martes, 30 de mayo de 2017

Revolución eléctrica genera nueva era automotriz


La industria automotriz vive una disrupción global. En sus entrañas surge una revolución tecnológica, que anuncia menor dependencia del petróleo, pues apela a la conciencia de los consumidores de cero emisiones de CO2 y, en consecuencia, la creación de un ambiente limpio, además de la eliminación del ruido en las urbes.

Esta política ha hecho suyos los objetivos de la COP21 realizada en París, Francia, de reducir el cambio climático a menos de 2° C (2DS), con resultados concretos en diferentes fechas: 2025, 2030 y 2050. Una disrupción que surge en respuesta a la crisis petrolera de 1973-74 e implica la creación de energías alternativas, entre ellas los autos eléctricos.

Esta tendencia va de la mano con la conducción autónoma de los vehículos sin conductor, asociada a la conectividad y a la digitalización de los vehículos, donde la creación de valor e ingresos proceden del Big Data, según la encuesta global del 2017 de KPMG Internacional.

En la industria automotriz existe otra tendencia que augura un cambio en el concepto de propiedad de vehículos hacia el 2025, la que se deriva del surgimiento de los vehículos autónomos.
La conectividad se acelera y complementa a los vehículos eléctricos, y aunque los autos de combustión interna tienen sus días contados, según la Agencia Internacional de energía (IEA, por sus siglas en inglés), también se benefician de la conectividad.

En la industria automotriz existe otra tendencia que augura un cambio en el concepto de propiedad de vehículos hacia el 2025, la que se deriva del surgimiento de los vehículos autónomos. Un indicador de ello es la encuesta de KPMG, que revela que 59% de los encuestados estiman que al 2025 la mitad de los conductores no desearán tener un auto propio. Según Gerardo San Román, de Jato Dynamics, a esta tendencia se agregan los autos compartidos, los que prescinden del conductor y se adhieren al arrendamiento (leasing) de los automóviles.

Al respecto, Albrecht Ysenburg, socio de KPMG México, explicó: “Mañana, los criterios diferenciadores entre marcas tendrán que ver con cómo los autos nos ayudan a relajarnos y a socializar”. Los encuestados visualizan la “integración conjunta de la industria automotriz con lo digital, que llevará a una nueva era automotriz”.

En el contexto de estas tres tendencias automotrices, los autos eléctricos van a la vanguardia en el sector, pues 50% de los directivos encuestados por KPMG clasifican esta tendencia “como la más importante por delante de la digitalización y la conectividad”.

El socio de KMPG aseguró en entrevista que los encuestados advierten que lo realmente disruptivo en esta industria “será el ecosistema digital del vehículo, pues de ahí surgirán las nuevas fuentes de ingresos”. De los directivos, 85% del sector automotriz, consideran que en el futuro el ecosistema digital generará más ingresos que la venta del auto en sí mismo”.

En suma, advirtió el socio de KPMG, la industria automotriz deberá manejar tres tipos de tendencias al 2025: la evolución del mercado actual -autos de gasolina y eléctricos- y, por otro, afrontar la revolución y disrupción que presagian los avances en la movilidad. “La revolución surge con los autos eléctricos, pero la disrupción viene de la conducción autónoma, la conectividad y la digitalización de los vehículos”, precisó Albrecht Ysenburg.

Aunque es aún largo el camino de sustitución de los autos de combustión interna, la IEA consigna en el estudio Hibrid & Electric Vehicles 2016, que el "escándalo de Volkswagen", con los tratamientos de escape engañados, demostró drásticamente que “los vehículos convencionales de combustión interna llegan a sus límites. Se puede esperar que los niveles de emisión sean más estrictos de un periodo a otro. Para adecuarlos, el tratamiento técnico es cada vez más complicado y tiene influencias sobre otros parámetros técnicos como el consumo. Es una opción difícil cuando una vieja tecnología tiene que ser dada de baja. Este problema es bien conocido en la industria de los semiconductores (véase el libro de Intel-genio Andrew Grove Sólo el paranoico sobrevive)”.

Precisa: “La fuerte influencia en la política, puede llevar a los líderes de la industria del automóvil a otra solución más simple. Todos estos problemas ahora fomentarán los trenes de transmisión eléctrica”.


Conducción autónoma. De acuerdo con un artículo de Lindsay Chappell, publicado por Automotive News en diciembre del 2016, la industria automotriz dio un giro al carril de conducción autónoma. Todo comenzó en la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh en el 2007, cuando el Departamento de Defensa de EU y el Pentágono invitaron a 100 científicos, que inauguraron la innovación de la conducción autónoma urbana. Desde entonces los creadores de Apple, Google y Microsoft se embarcaron en la producción de este tipo de vehículos.

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