NIZAO, República
Dominicana.- Los pescadores organizados en la Cooperativa de Pescadores de
Nizao y Don Gregorio denunciaron ante el Comité Nacional de Lucha Contra el
Cambio Climático (CNLCC) y del Instituto de Abogados para la Protección del
Medio Ambiente (INSAPROMA) que la construcción del puerto carbonero de Punta
Catalina, con un espigón de un kilómetro 200 metros, acabó con la actividad
pesquera de Nizao, provincia Peravia.
Los pescadores
aseguraron que la pesca en Nizao se ha reducido en alrededor de un 90% desde
que se inició la construcción del puerto de la termoeléctrica, hace alrededor
de tres años y medio.
El presidente de
la Cooperativa de Pescadores, Claudio Vallejo, mejor conocido como Pedrito,
informó a las entidades ambientales que, “de más de 250 pescadores que existían
en la zona, hoy apenas faenan menos de cien, y de 31 embarcaciones que operaban
cada una con 17 hombres, solo quedan tres”.
“Antes de la
construcción de este puerto, en una mañana podíamos pescar 70 quintales.
Actualmente usted puede pasar todo el día y no consigue sacar del mar ni 7
quintales de pescados”, sostuvo.
Los testimonios
de este y otros pescadores fueron resumidos en una nota de prensa del CNLCC y
del INSAPROMA, instancias en campaña de información sobre el impacto de Punta
Catalina que exigen abandone el uso de carbón.
Dragaron los corales
Mingo, cuyo
nombre de pila es Domingo Antonio Valdez Lorenzo, un joven pescador, con el
asentimiento unánime de todos sus compañeros reunidos en la sede de la
cooperativa el domingo, 20 de septiembre pasado, explicó que la causa de la
desaparición de la pesca en Nizao se debió a que la Corporación Dominicana de
Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) y el consorcio que construyó la central
Punta Catalina, dragaron todo el coral existente para construir el puerto y el
espigón donde reciben los embarques de carbón.
“A la costa de
Nizao entraban grandes cantidades de cardumes atraídos por los arrecifes de
corales que eran como su casa, pero tan pronto destruyeron estos corales, estos
desaparecieron y también los peces más grandes que venían detrás de los
candumes”, dijo.
Florencio Gómez
Peguero, Folle, uno de los pescadores de mayor edad y con una larga experiencia
en el oficio, testimonió que el mar entró a la playa de Nizao entre 80 y 90
metros al igual que la playa Sabana Uvero del lado oeste de Punta Catalina,
tumbando y sumergiendo más de 500 matas de cocos de hasta 14 brazas de altura.
Manifestó que
esta inundación del mar hacia tierra adentro que fue también consecuencia de la
construcción del puerto y del espigón de Punta Catalina, impide la pesca con
chinchorros. “Las redes se quedan enredadas con la gran cantidad de matas de
cocos tumbadas que están en el fondo del mar”, comentó.
Indicó que
también influye en la desaparición de la pesca la gran cantidad de agua
caliente que tira al mar un tubo por el cual Punta Catalina devuelve el agua
que toma del mar después de usarla en las plantas.
Contaminación del
mar por cenizas y briznas de carbón
La pesca entre
Matanzas y Salinas, una parte de la costa de la provincia Peravia ubicada más
hacia el Oeste, en dirección a la Bahía de Ocoa, también se ha reducido en más
de un 45%, pero en este caso como resultado de la contaminación de las aguas
del mar por las cenizas de carbón vertidas al aire libre en las cercanías del
litoral y por las briznas de carbón que caen de los barcos en las operaciones
del desembarco del carbón importado.
El presidente de
la Cooperativa de Pescadores de Nizao y Don Gregorio, Claudio Vallejo, apodado
Pedrito, aclaró que cuando el viento cambia de dirección hacia el mar, lleva
hacia éste las cenizas volantes de carbón que están siendo colocadas muy
próximas a la costa.
“Las sustancias
tóxicas que contienen estas cenizas se diluyen en el agua marina afectando a
los peces y a las personas que los consumen. Es un doble daño, tanto a la vida
de la fauna y flora marina, disminuyendo la cantidad de peces en el lugar, pero
también a los seres humanos que se alimentan con esos peces”, abundó.
Planteó que por
cada 50 toneladas que se desembarcan en el puerto de Punta Catalina, cae una
tonelada al agua, a pesar de que habían asegurado que eso no pasaría. ”Los
pescadores vemos cuando están los barcos cómo caen las briznas y virutas de
carbón al agua, eso es un hecho irrefutable, porque lo vemos con nuestros
propios ojos”, enfatizó Vallejo.
Afirmó que toda
esta contaminación, además de afectar el litoral ente Matanzas y Salinas, está
llegando y acumulándose en la Bahía de Ocoa, porque las corrientes marinas
corren hacia esa dirección.
Señaló que de
continuar esta contaminación terminará por hacer desaparecer totalmente la
pesca en la costa de las provincias de Peravia y de Azua.
El pasado
domingo, 20 de septiembre, la junta directiva de la Cooperativa de Pescadores
de Nizao y Don Gregorio se reunieron en su local, con representantes del Comité
Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático (CNLCC) y del Instituto de
Abogados para la Protección del Medio Ambiente (INSAPROMA) con el interés de
formular una demanda de daños y perjuicio contra la gerencia de Punta Catalina
y de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE).
Las entidades
consideraron que los daños causados por Punta Catalina y por la contaminación
han perjudicado tanto a los bienes comunes como son la playa y la vida marina,
como también los medios de vida de los pescadores, y por tanto, los pescadores
tienen derecho a ser indemnizados
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