A un día de la operación que devolvió al Estado dominicano el control total sobre Refidomsa, el ministro de Hacienda, José Manuel ‘Jochi’ Vicente, resalta que la refinería tenía “un grillete que no le permitía avanzar”, debido a las sanciones que desde 2019 aplica Estados Unidos a la petrolera estatal venezolana PDVSA, que por los últimos 11 años fue dueña del 49 % de las acciones de la refinería.
Fue PDV Caribe, una filial de PDVSA, la que en marzo pasado propuso la operación al gobierno dominicano. La petrolera venezolana, que enfrenta serios problemas de liquidez para pagar a sus acreedores, presentó una solución que permitía a Patsa —filial del Grupo Rizek— obtener algo a cambio de los devaluados bonos venezolanos que tenía en su poder, mientras que para el gobierno venezolano representaba una salida para cumplir con Patsa y bajar su deuda pública, y al gobierno dominicano le permitía lograr la vieja aspiración de retomar el control total de la refinería.
—¿Cómo se armó la operación para recuperar las acciones?
El 26 de marzo de este año PDV Caribe nos envió una carta diciendo que ellos habían llegado a un acuerdo con una empresa llamada Patsa y en la carta establecía los términos de la propuesta. Básicamente estaban siguiendo lo que dicen los estatutos sociales de Refidomsa: antes de vender la acción a un tercero, ellos tenían que poner la oferta sobre la mesa a su otro accionista que, en este caso, era el Estado dominicano. Los estatutos establecen 60 días para dar esa respuesta.
En ese momento, empezamos a hacer todos los análisis desde el punto de vista legal porque hay un punto fundamental para todo esto que son las sanciones de Estados Unidos (al gobierno de Nicolás Maduro) y cómo se podría hacer una transacción de ese tipo. El gobierno siempre ha tenido un interés en readquirir las acciones porque la gente quizás no entiende el calvario que estaba sufriendo Refidomsa.
La situación de Venezuela y las sanciones impuestas por el gobierno americano estaban incidiendo muy negativamente en las operaciones de refinería. No podía tomar financiamiento para sus planes de expansión, las negociaciones con las reaseguradoras de la planta física y de las operaciones se complicaban muchísimo, no se podían realizar asambleas porque no podíamos tener la concurrencia del socio venezolano. Había una operación que seguía, pero tenía un grillete que no le permitía avanzar.
El tema del precio también fue importante. Nosotros tampoco vamos a pagar por la compra de un activo más allá de lo que vale, y la transacción, por la manera en que fue hecha, permitía obtener un precio muy ventajoso para el Estado dominicano. El gobierno pasado trató de recomprar las acciones, pero no quiero entrar en detalles y tampoco sé por qué no lo hizo. Nosotros sí lo hicimos, y lo hicimos con todas las aprobaciones y por el lado claro de la ley.
—Entonces Patsa tenía unos bonos emitidos por el Estado venezolano y PDVSA. Se los entregaron a PDVSA y, a cambio, Venezuela le dio el 49 % de las acciones de Refidomsa, y Patsa, a su vez, se las vendió al Estado dominicano. ¿Fue así?
Lo entendiste perfectamente.
—¿Patsa tenía ya los bonos venezolanos o los adquirió para hacer esa permuta?
No lo se. Lo que sí te puedo decir es que cuando recibimos la carta en marzo, donde se describía la transacción, ya allí se listaban todos los bonos.
—¿Negociaron con Patsa y con PDV Caribe simultáneamente?
Como en la carta donde ellos nos informan la transacción dice el precio, nosotros decimos no tenemos objeción a la transacción entre ustedes siempre y cuando Patsa le venda al Estado dominicano por el mismo precio que le está transando y permutando los bonos.
¿El Estado dominicano le pagó en bonos o en efectivo a Patsa?
El contrato establece que el Estado dominicano tiene un plazo para pagarle a Patsa esos 74 millones de euros con un compromiso de realizar ese desembolso lo más rápido posible. Nuestra intención es liquidar esa transacción este mismo año.
¿A través de bonos o en efectivo?
En efectivo.
—El nombre de Patsa no resulta muy familiar para muchos..
Patsa es una empresa filial del Grupo Rizek. Déjame decirte que para nosotros también era muy importante saber con quién estábamos haciendo la transacción porque, desde el punto de vista nuestro, la transacción era con Patsa. Ahora, como aquí está de por medio el tema de las sanciones, todo eso fue remitido a la OFAC (la estadounidense Oficina de Control de Activos Extranjeros) porque no queremos ninguna situación ni ninguna duda donde pudiera haber un tipo de problema para el Estado dominicano, y la OFAC emitió su ‘no objeción’ a la transacción completa.
—Esta quizás sea la primera operación en que PVDSA se desprende de algún activo desde las sanciones...
No tengo información sobre eso. Cuando recibimos la carta de PDV Caribe nos pusimos en contacto con la gente de la OFAC por el interés que había y ahí nos enteramos que, aunque no era algo inmediato, sino en el mediano plazo, pudiera haber situaciones en las que esas acciones estaban siendo atacadas desde el punto de vista de otros acreedores en cortes de Estados Unidos. Aunque esa no fue la razón fundamental, fue una razón importante porque el Estado dominicano no quería verse de pronto con un socio que no conoce porque una corte decida el destino de estos activos.
Eso ya es historia por la transacción que se hizo, pero ese riesgo también fue ponderado en la decisión de compra. Como entenderás, las acciones de ese 49 % estaría a merced de lo que dicte un juez en Estados Unidos. Por eso es que dimos el paso y decidimos hacer la operación.
Compensando
déficit eléctrico
Este año el
gobierno dominicano contrató un seguro que permite aliviar las cuentas fiscales
ante subidas inesperadas en los precios del gas natural, que es uno de los
recursos utilizados para generar electricidad en el país. A través del contrato
firmado a tres años, se fijó un parámetro de US$3.25 por millón de BTU. Cuando
el precio supere ese nivel, se activa el seguro, informó el ministro de
Hacienda. Vicente agregó que ese hedge permitirá compensar parte del déficit
eléctrico, lo que reducirá necesidad del gobierno de endeudarse.
Diario Libre