Sao Paulo, (EFE).- El grupo Odebrecht, implicado en la
gigantesca trama de corrupción destapada en Petrobras, pagó 3.370 millones
dólares en sobornos entre 2006 y 2014, según desveló en una declaración a la
Justicia divulgada hoy el exdirectivo Hilberto Mascarenhas.
La cifra aparece en una tabla entregada por Mascarenhas a
los fiscales de la operación Lava Jato, que desde hace más de tres años
investigan los millonarios desvíos que se dieron en el seno de la petrolera
estatal. Odebrecht, la mayor
constructora de Brasil, dedicó 1.460 millones de dólares en sobornos solo entre
2012 y 2013, mientras que en 2014, año en el que la Policía desveló la red de
corruptelas, bajó a 450 millones de dólares.
Mascarenhas, encargado del conocido como Departamento de Operaciones
Estructuradas, desde donde se distribuían y registraban todas las coimas,
reveló en su testimonio que llegó a alertar al expresidente de la compañía,
Marcelo Odebrecht, del preocupante aumento de la partida destinada para ese fin
ilícito.
“Desde 2009 alerté a Marcelo (Odebrecht) de que el volumen
de los recursos estaba creciendo de manera brutal”, recordó Mascarenhas en su
declaración en el marco de un acuerdo de colaboración con la Justicia, en el
que también participan otros 76 exdirectivos de la compañía. La política de sobornos, que fue desde los
60 millones de dólares destinados en 2006 y fue creciendo progresivamente hasta
los 730 millones de dólares de 2012 y 2013, llegó a ser calificada por
Mascarenhas de “suicidio”. “Suicidio
financiero, suicidio de riesgo, suicidio de seguridad, suicidio de todo”,
completó.
De acuerdo con las investigaciones, había trabajadores
dentro de Odebrecht dedicados exclusivamente a procesar el pago de los sobornos
a políticos, entre otras autoridades, que eran autorizados directamente por la
cúpula de la empresa. Según
Marcarenhas, el departamento realizaba los pagos de dos formas- en Brasil se
hacían en especie o por medio de “paquetes/maleta de dinero en lugares
predeterminados”, mientras que las transferencias bancarias en el exterior eran
hechas en cuentas no declaradas ubicadas en paraísos fiscales.
La divulgación de los testimonios de los 77 exdirectivos de
Odebrecht, que estaban bajo secreto de sumario, se produjo un día después de
que la Corte Suprema anunciara el martes que autorizaba la apertura de 76
investigaciones contra casi cien políticos con fuero privilegiado citados en
las delaciones.
En la lista de sospechosos hay ocho ministros del Ejecutivo
del presidente Michel Temer y 12 de los 27 gobernadores del país, además de los
cinco exmandatarios brasileños vivos- José Sarney (1985-1990), Fernando Collor
de Mello (1990-1992), Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), Luiz Inácio Lula
da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016). Los relatos revelan la financiación ilegal
de campañas, “favores” en dinero para “retribuir” la obtención de obras
públicas o la aprobación de leyes que favorecían los negocios de la
empresa. No obstante, el pago de
sobornos no se limitó a Brasil y se expandió de la mano de Odebrecht por una
docena de países de Latinoamérica -incluido Brasil- y África, según documentos
publicados en diciembre pasado por el Departamento de Justicia de Estados
Unidos.
El Nacional