La demanda global de gas está previsto que crezca a un ritmo
anual del 1,6 % entre 2016 y 2022, lo que implica un avance total de cerca del
10 % en ese periodo impulsado por los bajos precios, la amplia demanda y su
menor efecto contaminante que el carbón, indicó este jueves la Agencia
Internacional de la Energía (AIE).
El informe 2017 del organismo eleva en una décima la
previsión anual respecto a la lanzada el año pasado e implica un consumo total
de gas de 3,986 billones de metros cúbicos para finales de 2022, frente a los
3,630 billones registrados en 2016.
La demanda industrial, según sus datos, es el principal
impulsor del aumento de la demanda, con un creciente uso en el sector químico o
en el transporte.
La AIE precisó que casi el 90 % del crecimiento de la
demanda parte de países que no pertenecen a la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económico (OCDE), y que China acapara cerca del 40 % del
incremento global.
En su informe constata que muchos países están reformando
sus mercados del gas para incrementar el uso de esa fuente de energía y atraer
nuevos inversores. Entre ellos, México, China y Egipto, dijo la AIE, según la
cual si esos cambios se implementan de forma rigurosa pueden suponer un mayor
equilibrio entre oferta y demanda.
Para el organismo, la disponibilidad de un suministro amplio
y a precios competitivos ayuda a expandir las posibilidades del gas en Asia y a
hacer que este mercado en términos generales vaya a crecer más que el del
petróleo o el del carbón en los próximos cinco años.
En muchas partes del mundo desarrollado, no obstante, se
está rozando la saturación.
EE. UU., el mayor consumidor de gas del mundo, mantiene su
crecimiento, aunque a un ritmo menor que el experimentado entre 2010 y 2016.
Ese país es también el mayor productor de gas y para 2022 de
él partirá una quinta parte de la producción; en Oriente Medio habrá también un
crecimiento destacable; en Rusia, será menor por su acceso limitado a los
mercados; y China pasará a convertirse en el cuarto mayor productor.
"Las ventajas medioambientales del gas natural, en
concreto a la hora de reemplazar al carbón, merecen mayor atención por parte de
quienes definen las políticas", señaló en el análisis el director
ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.
La agencia destacó, además, el crecimiento constatado en el
gas natural licuado, con la aparición de nuevos países exportadores e
importadores, que en este último caso han pasado de 15 en 2005 a 39
actualmente.
La AIE apuntó que su amplia disponibilidad está añadiendo
presión al mercado del gas natural. El liderazgo de las exportaciones del
licuado se lo reparten Australia y Catar, con un protagonismo cada vez mayor de
EE. UU. de cara a 2022.
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