La generación de energía limpia y más amigable con el medio ambiente es uno de los compromisos asumidos por República Dominicana de cara al Acuerdo de París, el cual establece medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, República Dominicana forma parte de los países que han asumido los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como una política de Estado para combatir el cambio climático y sus efectos.
La energía generada por las 26 hidroeléctricas que estuvieron en operación entre agosto y octubre de este año le permitió al país ahorrar US$28.57 millones por concepto de compra de 689,230 barriles de petróleo, que habría tenido que invertir si esa electricidad se hubiera producido con plantas de combustibles derivados del petróleo.
En esos tres meses la generación bruta fue de 361.07 gigavatios hora (GWh), según datos de la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHID).
Sin embargo, hay retos importantes para aumentar la capacidad de generación hidroeléctrica. La sedimentación de los embalses, que afecta a la mayoría, es sólo una de las materias pendientes. El administrador general de la EGEHID, Rafael Salazar, explica que el plan de recuperación de las presas y las centrales hidroeléctricas busca invertir de manera sistemática todos los recursos que fueran necesarios el mantenimiento de las generadoras.
El sedimento acumulado en las presas, producto de las crecidas, los arrastres y una serie de situaciones inadecuadas que se dan alrededor de las cuencas de los ríos en las cercanías de los embalses, limita la capacidad de almacenamiento de agua
Según Salazar, EGEHID y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), trabajan en un plan de manejo de sedimentos, para enfrentar la situación que está afectando a la mayoría de las presas.
La de Valdesia y de Tavera son las que presentan mayores inconvenientes, por lo que una comisión de holandeses en conjunto con las autoridades locales, ha visitado ambos embalses para buscar una solución al problema.
“La mayoría de las presas presentan ese problema, pero hay algunas que su diseño les permite no tener inconvenientes con el asunto de los sedimentos, porque cada cierto tiempo se limpian. Sin embargo, hay una serie de presas que no tienen un diseño para el manejo adecuado de los sedimentos, entonces se acumulan”, destacó.
El funcionario dijo que aunque el mantenimiento tiene un costo alto y las presas seguían funcionando, en el pasado no se preocuparon por resolverlo, pero en esta gestión se hará.
También se refirió a la necesidad de continuar obras paralizadas como la presa Guaigüí, en La Vega, un proyecto que comenzó entre el 2000 y 2001 y se paralizó en 2004 con un 35% de ejecución, a pesar de su importancia para la región del Cibao y para el país. La falta de esa presa provocaría que en 10 años la ciudad tenga problemas de escasez de agua potable.
El funcionario entiende que la solución más viable es la terminación de la presa Guaigüí, pero con un ingrediente nuevo que permitirá la generación de 300 megavatios (MW), a través de cuatro unidades de 75 MW.
Además, se busca fomentar un nuevo manejo de las presas para que estén más ligadas al turismo sostenible, por lo cual construirán una carretera entre Jarabacoa y La Vega, que solo será para uso turístico, mejorando la seguridad de la zona.
Capacidad de
embalses
El director ejecutivo del Indrhi, Olmedo Caba Romano, afirmó que la mayoría de las presas se encuentran en condiciones óptimas, ya que los niveles de agua son adecuados.
Las lluvias provocadas por los fenómenos atmosféricos que se han registrado este año han contribuido a que los niveles sean satisfactorios, principalmente de las que están en el sur y el sureste del país
En las presas de Hatillo y Rincón los niveles de agua están dentro de los niveles establecidos. Sin embargo, la de Tavera no ha logrado alcanzar condiciones favorables.
“Aunque no tiene las condiciones que nosotros quisiéramos, ha tenido una recuperación muy buena por las lluvias que se ha presentado en el país”, dijo.
El período 2018-2019 fue seco, lo cual provocó una disminución de generación de energía por parte de las hidroeléctricas, pero también hubo una restricción en la siembra para productos agrícolas.
El Indrhi trabaja en la actualización de una red de seguridad sísmica en cada una de las presas, a través de programas que facilitan información sobre cualquier eventualidad sísmica.
Además, una red telemétrica que permite la recolección de informaciones “online” de las precipitaciones en las diferentes cuencas ubicadas en todas las regiones del país. El encargado de la división de riego y vocero del comité de presas del Indrhi, Luis Cuevas, aseguró que los niveles de los embalses permitirán garantizar el agua potable, para riego y la generación de energía.
“Para evitar que se registren inundaciones y poder almacenar esa agua en los embalses, tuvimos que cerrar las presas de Sabana Yegua, Sabaneta, Tavera, Moción y Rincón. Algunas también fueron puestas a operar bajo el caudal de salida mínimo”, especificó.
Nuevos proyectos
De acuerdo al administrador general de la EGEHID, en lo que se refiere a generación, la institución busca agregar nuevas unidades al sistema. Trabaja en la terminación de una unidad en Hatillo, la cual aportará 40 MW.
También está el de La Placeta, entre San José de las Matas y Santiago, será el proyecto hídrico más grande en término de generación de energía.
“Estamos resolviendo un problema legal que tiene para poder accionar, pero es uno de los mejores proyectos que puede tener el país en términos de manejo de agua y generación de energía eléctrica limpia. Además de esos, tenemos varios proyectos en carpeta que luego serán dados a conocer”, especificó.
Mientras, el Indrhi está haciendo los estudios de factibilidad de la parte técnica y económica de proyectos como la presa de Alto Yuna en Bonao, la de Ámina en Valverde y la presa de Chavón.
“Tenemos varios informes para estudiar los proyectos para tomar la decisión correcta y darle prioridad a las obras más indicadas. Se le ha brindado apoyo a la presa de Monte Grande y aunque ese proyecto tiene retrasos, estamos tratando de actualizarlo para que pueda terminarse lo más rápido posible”, subrayó Caba Romano.
El director del Indrhi sostuvo que la implementación de un dique natural en el río Ozama e Isabela, forma parte de los proyectos a estudiar.
Infraestructura
Garantizar la preservación de las estructuras e invertir en su mantenimiento y en mejoras de las centrales hidroeléctricas, son de los principales desafíos que enfrenta República Dominicana.
Así lo planteó el administrador de EGEHID, al destacar que también se debe trabajar en la incorporación de nuevas unidades, que permitan una mayor generación de energía limpia y amigable con el medio ambiente para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Hacer un manejo más efectivo del agua es otro de los retos.
Adelantó que seis comunidades tendrán alrededor de 4,000 tareas para iniciar un proyecto de riego por goteo, pero el objetivo es generalizarlo a todo el país, para racionalizar el agua y sacarle un mejor provecho.
“Es importante
poder seguir aumentando el porcentaje de participación de las hidroeléctricas
en la matriz energética”, puntualizó Salazar.
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