A pesar de que el calentamiento global amenaza la vida humana, continúan apostando por los combustibles fósiles, sin embargo, de no disminuir su producción 6% anualmente, no se podrá limitar la temperatura del planeta en 1.5°C, cifra establecida en el Acuerdo de París
La situación actual caracterizada por la pandemia de Covid-19, así como las medidas de confinamiento, han provocado la caída de la producción de carbón, petróleo y gas en 2020.
Sin embargo, para 2030 los países planean producir más del doble de la cantidad de combustibles fósiles, de acuerdo con el Informe sobre la Brecha de Producción 2020, realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Instituto Ambiental de Estocolmo (SEI), el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD) y el Instituto de Desarrollo de Ultramar, E3G.
“Los devastadores incendios forestales, inundaciones, sequías y otros eventos climáticos extremos que se están experimentando este año sirven como recordatorios poderosos de por qué debemos tener éxito al abordar la crisis climática. Mientras buscamos reiniciar las economías después de la pandemia de Covid-19, invertir en energía e infraestructura bajas en carbono será bueno para el empleo, las economías, la salud y el aire limpio”, afirmó Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA.
Actualmente, los gobiernos del G20 han destinado más de 230,000 millones de dólares en los sectores responsables de la producción y consumo de combustibles fósiles en sus medidas de la pandemia.
“La única forma de salir de esta trampa es la diversificación de estas economías más allá de los combustibles fósiles. Por desgracia, en 2020 vimos a muchos gobiernos duplicar el consumo de combustibles fósiles y afianzar aún más estas vulnerabilidades”, explicó Ivetta Gerasimchuk, autora principal del informe.
Para lograr una transición equitativa de los combustibles fósiles, el informe recomienda a los gobiernos reducir los combustibles fósiles como parte de un plan de recuperación de Covid-19, además de introducir restricciones a la producción y garantizar que los fondos de estímulo se destinen a inversiones ecológicas.
Algunos de los mayores productores de combustibles fósiles como Australia, Canadá y los Estados Unidos buscan continuar expandiendo su suministro, mientras países como China, Japón y Corea del Sur, se han comprometido a alcanzar emisiones netas cero.
“Este informe
muestra sin lugar a duda que la producción y el uso de carbón, petróleo y gas
deben disminuir rápidamente si queremos lograr los objetivos del Acuerdo de
París sobre el cambio climático. Esto es vital para garantizar un futuro
climático seguro y economías sólidas y sostenibles para todos los países,
incluidos los más afectados por el cambio del gris al verde”, declaró António
Guterres, secretario general de Naciones Unidas.
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