Las pérdidas de las Empresas Distribuidoras de Electricidad
(EDE) rondan en un 30.4 % en los últimos cinco años, con un valor monetario de
US$528.5 millones anuales, lo que equivale a dos plantas de 280 megavatios de
energía disponibles en un 80.0 %.
Así detalla el Monitoreo Energético del Ministerio de
Economía, Planificación y Desarrollo, al indicar que una forma de dar una
dimensión alterna a tales pérdidas es estimar la capacidad de generación o
potencia instalada lo que representa un promedio de los 4,362 Gwh anuales.
Explica que la inyección de generación adicional en la red
con reducciones de pérdidas relativamente pequeñas puede terminar manteniendo
elevadas presiones sobre el presupuesto del Estado.
En ese sentido, resaltan que los esfuerzos en aumentar la
reducción de estas pérdidas pudiesen resultar más rentables que la expansión de
capacidad de generación en el corto plazo. La misma podría realizarse con menor
inversión de capital y menores plazos, para obtener un flujo de efectivo
positivo, y por ende, retornos potencialmente más elevados sobre las
inversiones.
Gestión no suma valor
La gestión comercial de las Empresas Distribuidoras de
Electricidad no ha logrado sumar valor a los activos bajo su administración,
acumulando pérdidas energéticas que se traducen en impactos económicos para el
Estado, resalta el análisis.
Este análisis indica, además, que entre el 2016 y 2020 las
tres empresas distribuidoras incrementaron su base de clientes facturados en
promedio anual entre 11,000 y 59,000 nuevos clientes.
La relación más favorable corresponde a Edesur, la cual
aumentó su base de clientes con facturación en unos 59,097 clientes y registró
una reducción promedio anual de pérdidas de 0.9 puntos porcentuales.
De igual forma, Edenorte presentó un aumento promedio de
53,659 clientes y una disminución anual de pérdidas de 1.5 puntos porcentuales.
En el caso de Edeeste, la relación resulta diferente: el
incremento promedio anual de clientes equivalente fue de 11,161, acompañado de
un aumento en las pérdidas de un promedio de 3.2 p.p.
Esta última empresa presenta pérdidas de 40.0 %, en
promedio, mientras Edenorte y Edesur registran pérdidas de 24.5 % y 25.9 %,
respectivamente, para igual periodo.
Acciones necesarias
El análisis realizado por el Viceministerio de Planificación
y el Viceministerio de Análisis Económico y Social argumenta que mejorar las
pérdidas de las Edes es impostergable si se tiene como objetivo una mejoría
significativa en las operaciones fiscales del Estado.
Cita como casos de éxitos la utilización de mecanismos de
reducción de pérdidas mediante la instalación de medidores digitales prepagados
y medidores digitales o “inteligentes”.
“Ese último puede suministrar datos de consumo a los
usuarios del servicio, pudiendo reducir su demanda en horas de mayor demanda.
En adición, la interrupción del servicio por no pago puede efectuarse a
distancia”, recomienda.
Además, precisa que un esquema tecnológico de apoyo a
cambios en estrategias comerciales de distribución es el denominado
Infraestructura de Medición Avanzada, que permite comunicación de doble vía
entre empresas distribuidoras y usuarios.
“Las distribuidoras pueden detectar fallas por sobrecarga
con mayor precisión y los usuarios administrar su demanda y, por tanto, reducir
su facturación”, argumenta.
Enlaces
—1— Análisis
Señala la posibilidad de diferir inversión de capital en
nuevas plantas con significativas reducciones de pérdidas. En otras palabras,
esto se traduciría directamente a ahorros de recursos financieros en el mediano
plazo.
El Día