El martes se aceleró el desplome de los precios del petróleo
con los futuros en Estados Unidos sufriendo su mayor pérdida diaria en más de 3
años por preocupaciones sobre la debilidad de la demanda global y un exceso de
suministros.
Los futuros del petróleo WTI en Estados Unidos cerraron con
una baja del -6,22% para una racha récord de 12 caídas consecutivas a su menor
nivel desde noviembre de 2017.
Más de 980.000 contratos cambiaron de manos debido a que los
fondos eliminaron posiciones.
El analista Phil Flynn de Price Futures Group en Chicago
dijo:
"Es como una corrida bancaria. Se está llegando al
punto en que ya no se trata de los fundamentales, sino de un colapso total en
el precio."
Operadores dijeron que la ola de ventas fue una extensión de
la registrada el lunes, que se desató tras un mensaje de Donald Trump,
presionando a la OPEP para que no recorte el suministro para impulsar los
precios.
Trump ha dejado claro que quiere que los precios del crudo
desciendan, en una publicación en Twitter dijo:
"Ojalá Arabia Saudita y la OPEP no recorten la
producción de petróleo. Los precios del crudo deberían estar mucho más bajos en
base a la oferta."
Operadores dijeron que la reciente debilidad en las acciones
ha avivado las preocupaciones sobre el crecimiento mundial, lo que también está
contribuyendo a la baja del crudo.
WTI -6,22%
El petróleo WTI en Estados Unidos se hundió un -6,22%, a
55,36 dólares por barril, su mayor desplome porcentual diario desde diciembre
de 2015.
El WTI ha perdido un -28% desde el máximo de 4 años tocado
en octubre.
BRENT -5,00%
El petróleo Brent se hundió un -5,00%, a 65,13 dólares por
barril, su mayor desplome diaria desde julio.
El Brent ha perdido un -25% desde el máximo de 4 años tocado
en octubre.
OPEP ve superávit en 2019
La OPEP advirtió en su reporte mensual que en 2019 podría
darse un superávit en el suministro de crudo ante una desaceleración en la
economía mundial y un crecimiento fuerte en la producción de sus rivales, con
lo que podría esperarse que el cartel anuncie una reducción del bombeo en su
reunión de diciembre 2018.
Reuters