YIDA/NUEVA YORK, 18 sep (Reuters) - Arabia Saudita dijo que
el miércoles mostrará pruebas que vinculan a su rival regional Irán con un ataque
sin precedentes a su industria petrolera y que Washington cree que se originó
en Teherán, en una peligrosa escalada de las fricciones en Oriente Medio.
Una imagen de satélite del gobierno de Estados Unidos
muestra los daños a la infraestructura de petróleo y gas de Saudi Aramco en
Abqaiq, Arabia Saudita. Gobierno de EEUU/DigitalGlobe/Handout vía REUTERS. ESTA
IMAGEN HA SIDO ENTREGADA POR UN TERCERO.
Pero Teherán ha negado de nuevo su participación en los
ataques del 14 de septiembre contra instalaciones petroleras, incluyendo la
mayor planta de procesamiento de crudo del mundo, que inicialmente eliminó la
mitad de la producción de Arabia Saudita.
“Quieren imponer la máxima (...) presión sobre Irán mediante
calumnias”, dijo el presidente iraní Hassan Rouhani. “No queremos conflictos en
la región... ¿Quién empezó el conflicto?”, dijo, culpando a Washington y sus
aliados en el Golfo de la guerra en Yemen.
El grupo yemení Houthi, aliado de Irán que lleva más de
cuatro años luchando contra una coalición encabezada por los saudíes que cuenta
con el respaldo de Occidente, ha reivindicado la responsabilidad y dijo que
usaron drones para atacar las instalaciones de la petrolera estatal Aramco.
No obstante, el ministro de defensa saudí dijo que celebrará
una conferencia de prensa el miércoles a las 14:30 GMT para presentar “pruebas
materiales y armas iraníes que demuestren la implicación del régimen iraní en
el atentado terrorista”. Riad ya ha dicho que los resultados preliminares
muestran que el ataque no provino de Yemen.
Si se hacen públicas pruebas concretas que muestren la
responsabilidad iraní, podría presionar a Riad y Washington para que respondan,
aunque ambos países han hecho un llamamiento a la calma.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio que no
quiere una guerra y que no hay “prisa” por responder al ataque, y que se está
coordinando con países europeos y del Golfo Pérsico.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman,
dijo el miércoles, en una llamada al líder de Corea del Sur, que el ataque era
una “ auténtica prueba de la voluntad global “ de hacer frente a la subversión
de la estabilidad internacional, informaron los medios de comunicación
estatales.
Su enviado a Londres, el príncipe Khalid bin Bander, dijo a
la BBC que el ataque fue “casi con toda seguridad” respaldado por los iraníes,
pero..: “Estamos tratando de no reaccionar demasiado rápido porque lo último
que necesitamos es más conflicto en la región”.
“EVIDENCIAS CONVINCENTES”
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y
responsables de Naciones Unidas que supervisan las sanciones a Irán estaban
viajando a Arabia Saudí para conversaciones e investigaciones.
Un alto funcionario estadounidense dijo a Reuters que los ataques
se originaron en el suroeste de Irán. Tres responsables dijeron que se trataba
de misiles de crucero y drones, lo que indica un mayor grado de complejidad y
sofisticación de lo que se pensaba inicialmente.
Los responsables no proporcionaron pruebas ni explicaron qué
informaciones de Estados Unidos estaban utilizando para las evaluaciones.
Arabia Saudí, el mayor exportador de petróleo del mundo,
dijo el martes que los 5,7 millones de barriles por día de producción se
restablecerán completamente a finales de mes.
Los precios del petróleo cayeron después de las garantías
saudíes, tras haber subido más de un 20% en un momento dado el lunes - el mayor
salto intradiario desde la Guerra del Golfo de 1990-1991.
Un alto cargo de Estados Unidos pidió una respuesta del
Consejo de Seguridad de la ONU sobre los ataques, aunque es poco probable que
tenga éxito porque los diplomáticos dicen que Rusia y China -que tienen poder
de veto- probablemente protejan a Irán.
Uno de los tres responsable estadounidenses expresó su
confianza en que la investigación saudí arrojaría “pruebas forenses
convincentes” que determinaran los orígenes del ataque que ha dejado al
descubierto graves brechas en las defensas aéreas saudíes a pesar de los miles
de millones de dólares gastados en armamento militar occidental.
“El ataque es como un 11 de septiembre para Arabia Saudí, es
un punto de inflexión”, dijo un analista de seguridad saudí.
CONFLICTO IRAN-EEUU
Los ya deshilachados lazos entre Estados Unidos e Irán se
deterioraron aún más cuando Trump renunció al pacto nuclear y volvió a imponer
sanciones, lo que perjudicó gravemente a la economía iraní.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, descartó
las conversaciones con Estados Unidos a menos que vuelva al acuerdo nuclear
entre Irán y Occidente que Washington renunció el año pasado.
Washington y sus aliados del Golfo también quieren que Irán
deje de apoyar a los representantes regionales, incluyendo Yemen, Irak y
Líbano.
A pesar de años de ataques aéreos contra ellos, el
movimiento Houthi se jacta de tener drones y misiles capaces de llegar hasta lo
más profundo de Arabia Saudí, el resultado de una carrera armamentista desde
que la coalición musulmana suní, respaldada por Occidente, intervino en Yemen
contra el grupo en marzo de 2015.
Los gobernantes clericales de Irán apoyan a los Houthis,
pero Teherán niega que los apoye activamente con ayuda militar y financiera. En
el vídeo del miércoles, difundido por los medios de comunicación iraníes,
Rouhani dijo que el ataque con petróleo fue una “advertencia” de los yemeníes.