El petróleo crudo, uno de los recursos naturales más
importantes para los países industrializados, representa alrededor del 2.5% del
producto interno bruto (PIB) mundial, y un tercio del suministro de energía
prima de la humanidad.
En 2018, según datos de la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP), el consumo diario, a nivel global, fue de 98.8
millones de barriles, con tendencia a que siga subiendo hasta 100.2 millones de
barriles por día en 2019. Debido a la importancia que supone, el mundo,
incluyendo República Dominicana, se ve afectado con lo que sucede a este
producto vital.
La importación de petróleo hacia República Dominicana
presenta en el primer semestre de este año un aumento de un 7.4% (de US$868.2
millones a US$932.6 millones), con relación a igual período de 2018, apunta el
último informe del Observatorio Dominicano de Comercio Internacional (ODCI),
del Intec.
El Banco Central estima en US$64.75 el precio promedio del
crudo para el primer trimestre de este año, un 6.7% más bajo que en igual
período de 2018 (US$69.38). Sobre las alzas que se registra en el precio del
petróleo, debido a conflictos internacionales, el gobernador Héctor Valdez
Albizu indicó que no espera que esto afecte la proyección del crecimiento
económico de este año.
Valdez Albizu dijo que el presupuesto aprobado por el
Congreso Nacional para 2019 estimó en US$62.9 el precio del barril del petróleo
intermedio de Texas (WTI). Sin embargo, dijo que hay que esperar “se aclare un
poco el panorama”.
Los economistas Miguel Ceara Hatton, Pavel Isa Contreras y
Miguel Collado di Franco entienden que los atentados a las reservas de Arabia
Saudita aún no tienen impacto en el país. “Los eventos en Arabia Saudita no
está claro que vayan a causar un aumento sostenido en los precios del petróleo,
debido a que hay muchos oferentes que pudieran suplir la demanda en caso de que
la restauración de las infraestructuras de las refinerías sauditas tomen más
tiempo del previsto”, explicó Isa Contreras.
Los más recientes ataques fueron el pasado 18 de septiembre,
con presuntos drones armados, a las instalaciones petroleras de Arabia Saudita,
la mayor planta de refinamiento de crudo del mundo, la cual ha generado cientos
de inquietudes y preocupaciones respecto a la vulnerabilidad de los países,
especialmente para los importadores netos.
El ataque provocó una serie de explosiones y un gran
incendio dentro de la planta, según informó el Ministerio de Interior Saudí.
Pero no es el primero en el mundo, ya que existen hechos similares que han
puesto en peligro el suministro de petróleo y que ha provocado pérdidas y alzas
en los precios.
En febrero de 2019, en medio de una crisis política,
económica y social, Venezuela sufrió un “acto terrorista” contra una estación
de bombeo de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), según lo calificó
Manuel Quevedo, ministro de Petróleo de ese país suramericano.
El incidente ocurrió en la Faja Petrolífera del Orinoco, en
la estación de bombeo Ero de la División Carabobo, de Monagas, la cual cuenta
con una capacidad de 300,000 barriles de crudo al día.
Quevedo detalló que el ataque afectó la sala de bombas, la
cual fue arrasada por llamas, aunque no se reportaron pérdidas humanas ni
heridos.
Venezuela es actualmente el país con las mayores reservas
probadas de petróleo del mundo. Cuenta con hasta 309,000 millones de barriles
de petróleo, de acuerdo a información estadística de la Central de Inteligencia
de Estados Unidos (CIA), según cita BBC Mundo.
Sin embargo, tener oro negro no siempre es sinónimo de
riqueza, ya que esta nación se encuentra sumergida en una crisis que ha
provocado la salida que alrededor de 3.4 millones de venezolanos, de acuerdo a
datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El pasado mayo Arabia Saudita denunció un “sabotaje” contra
dos de sus petroleros frente a las costas de los Emiratos Árabes Unidos. En
total fueron cuatro los buques atacados. Aunque no mencionó víctimas ni
derrames de petróleo, según había informado CNN en Español. Indicó “daños
significativos en las estructuras de los dos buques”.
En septiembre 2018, según fuentes de seguridad libias,
hombres armados atacaron la planta petrolera de Al-Sharara, la mayor fuente de
petróleo de Libia.
El ataque se dirigió a la estación 186, una de las
principales de la instalación petrolera, por parte de un grupo de milicianos
fuertemente armados, ubicados en el este de Libia.
El incidente fue repelido por las fuerzas del comandante
rebelde Jalifa Haftar que controlan el campo petrolero, de acuerdo a agencias
internacionales. No se reportaron víctimas en la incursión armada.
El campo petrolero de Al-Sharara produce más de 300,000
barriles de crudo por día, formando aproximadamente un tercio de la producción
del país.
Libia posee las reservas de crudo más grandes de África,
pero ocho años de conflicto y violencia desde el derrocamiento del régimen de
Muammar al Gaddafi, en 2011, han frenado su producción y exportaciones, cita el
diario El Español. No existen fuerzas de seguridad capaces de mantener un
mínimo de estabilidad.
No obstante, hasta el momento, los ataques contra las
refinerías de petróleo en Arabia Saudita provocaron la disrupción más grande de
la historia en la producción mundial de crudo (con una caída de 5.7 millones de
barriles al día), peor que la ocurrida durante las dos guerras del Golfo, con
4.3 millones de barriles al día (1990-1991) y la huelga petrolera en Venezuela,
con 2.6 millones de barriles al día (2002-2003), según datos de la Agencia
Internacional de la Energía (IEA).
¿Qué tanto impactaría a RD?
Los recientes ataques contra refinerías sauditas, que
redujeron alrededor de un 5% la producción mundial de petróleo, desencadearon
la mayor alza abrupta en el precio del crudo, trayendo así, además, preocupación
en distintos países, incluyendo a República Dominicana.
Ceara Hatton entiende que todavía es muy precipitado poder
establecer impactos de la variación del precio del petróleo en el país a raíz
de los acontecimientos en Arabia Saudita. “Todavía no se sabe bien cuál será la
tendencia de los precios”, consideró.
Destacó que hay fuerzas que empujan hacia la baja de los
precios, asociados a la recesión de la economía mundial. Y por otro lado,
indicó que existen factores que apuntan hacia un aumento. Sin embargo, reiteró
que “todavía es muy temprano para poder predecir el tipo de impacto que tendría
en la economía dominicana”.
Asumiendo que el precio del petróleo aumente y se mantenga
elevado, Isa Contreras indicó que la situación externa de República Dominicana
es “suficientemente cómoda”, en este momento, como para lidiar con el efecto
del aumento en la factura petrolera.
En tanto, Collado di Franco tiene como expectativa que el
precio del barril del petróleo no va a incrementarse significativamente, de
acuerdo al comportamiento de estos en los últimos días. Explicó que el mercado
del petróleo en el mundo ha cambiado de forma tal que el protagonismo que tenía
la OPEP ya no es el mismo, debido, entre otros factores, a las nuevas
tecnologías de producción, pasando a ser Estados Unidos el mayor productor de
petróleo en el mundo.
“Entonces la dependencia de la OPEP y concretamente Arabia
Saudita ha ido disminuyendo, además, de que previo al ataque había un exceso de
oferta en el mundo”, precisó el economista senior del Centro Regional de
Estrategias Económicas Sostenibles (CREES).
Mientras, Antonio Ciariaco Cruz, vicedecano de Economía de
la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), cree que esta situación
internacional podría afectar directamente a República Dominicana.
“El impacto de las refinerías saudíes, derribadas
supuestamente por drones de Irán, tiene un impacto inmediato en el mercado
petrolero, ya que es un mercado volátil y de expectativas”, recalcó.
Destacó que hay que tomar en cuenta que en esas zonas se
comercializa más del 45% de todo el petróleo que se comercia en el mundo.
La reacción de los mercados, sostuvo, fue un incremento en
los precios del crudo de alrededor de un 15% y 16%. “Esto tiene un impacto
bastante directo en la economía dominicana porque somos importadores neto de
petróleo”, subrayó.
Enfatizó que hay que ver ahora cuál será el efecto a largo
plazo, pues una de las reacciones, señaló, fue que Estados Unidos liberó parte
de su reserva.
El pasado 15 de septiembre, Donald Trump, presidente de
Estados Unidos, autorizó la liberación de reservas de petróleo del país para
que, si es necesario, garanticen el suministro mundial. No obstante, los
economistas consultados coincidieron en que el país no estaría preparado para un
aumento del precio del petróleo, debido a que es un país netamente importador
de este crudo.
“Por cada dólar que aumenta el barril la factura petrolera
puede incrementar hasta US$65 millones, así que nunca estamos preparados para
un aumento del precio del petróleo”, precisó Ceara Hatton.
Ciriaco Cruz agregó que de producirse un aumento en los precios
del crudo, podría tener un efecto transmisión a través de los costos de los
combustibles y estos a su vez son transversales. “Es decir, se refleja en el
aumento del costo de la producción en muchas empresas. Incremento en los
precios del transporte y en el salario real de la gente”, detalló.
“Sin embargo, desde el punto de la economía en su conjunto,
la preocupación principal es que la factura petrolera crezca mucho. Si esto
sucede, obligaría a desviar recursos necesarios para importar otros insumos,
maquinaria y equipos, y bienes de consumo a fin de pagar por importar la misma
cantidad de hidrocarburos”, plantea Isa Contreras, profesor investigador del
Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec).
“Como para que esta economía crezca necesita divisas para
importar lo que no produce como insumos y maquinaria y equipos, el aumento en
la factura petrolera deja menos espacio para crecer y crear empleos. En ese
sentido, el crecimiento observado entre 2014 y 2018 tuvo mucho que ver con los
bajos precios del petróleo en ese período”, añadió.
Importación de petróleo hacia RD
Ante cualquier eventualidad en el mercado petrolero Ceara
Hatton plantea, como posible medida preventiva, importar más crudo de lo que
hace mensual o anualmente, que garanticen una cierta estabilidad en los precios
actuales.
Otra medida a considerar, de acuerdo a Ciriaco, es “seguir
profundizando la transformación de la matriz, del uso del combustible en
República Dominicana. Hay que depender más de energías renovables”.
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