MÉXICO.- El Banco Mundial (BM) reconoció el modelo de desarrollo humano, las condiciones de trabajo y los lazos con la comunidad local conseguidos durante la reciente construcción del complejo petroquímico más grande de América Latina en México, Etileno XXI.
El coloso, que abarca unas 200.000 hectáreas y será inaugurado la próxima semana por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, se encuentra en la ciudad de Nanchital, en el estado de Veracruz, a unos 600 kilómetros al este de la capital mexicana.
"El proyecto cumple con los requisitos de la CFI. La política de recursos humanos y de manejo de personal fue muy completa", dijo hoy a EFE Josefina Doumbia, especialista en sustentabilidad de la Corporación Financiera Internacional (CFI), perteneciente al BM y que destacó el proyecto en su décima reunión, celebrada recientemente en Washington.
Por su parte, Eduardo Lima de Rozendo, director general de Etileno XXI y director de proyecto de Odebrecht Ingeniería & Construcción, describió la experiencia vivida tras casi cuatro años de obra (2012-2016) como una oportunidad para dar valor a la gente y "confiar en su capacidad para progresar".
La CFI reconoció un paradigma que colocó a las personas en el centro y que impactó a un total de 28.000 empleados con "permanente seguridad, buenas condiciones de trabajo para una población de más de 15000 trabajadores y la tasa de accidentalidad por debajo del referente internacional", afirmó la experta de CFI.
La estrategia fue puesta en marcha desde el reclutamiento hasta la fase de desmovilización, donde la compañía acompañó a los exempleados en el proceso de contacto con potenciales empleadores.
Doumbia comentó que nunca había visto un modelo donde se contara con "apoyo para posibilidades alternas de trabajo y sin ningún caso legal pendiente".
Lima de Rozendo explicó que el programa se basa en la igualdad de género y en la no discriminación, ya sea por edad, religión, orientación sexual o raza.
Con una inversión de 5.200 millones de dólares Etileno XXI fue construido por Odebrecht, Technip e ICA Flour.
Según la CFI, durante el proyecto se desarrollaron prácticas de responsabilidad social para contratar y entrenar a los vecinos, se crearon cooperativas, se dotó de servicios básicos (luz, agua, internet) a la zona y se alfabetizó a sus habitantes.
Además, se realizaron capacitaciones por un total de 3 millones de horas efectivas y no hubo un solo día de paralización por huelgas.
La compañía fue galardonada con el Premio DuPont 2015 por los altos cánones de seguridad industrial y cero accidentes en una obra monumental en la que se emplearon 411.000 toneladas de concreto; 3.800 kilómetros de cable, y una estructura de acero de 31.800 toneladas.
Además, el grupo internacional de bancos que financió el proyecto, liderados por la CFI y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), fue riguroso en la adopción de los Indicadores Clave de Desempeño (KPIs, por sus siglas en inglés).
Asimismo, "la mística y valores reflejados en los programas ambientales, sociales, de seguridad al trabajador que requieren de una gestión holística y sustentable los hace un caso altamente exitoso en la región" afirmó Doumbia.
La CFI destacó también "la comunicación permanente y el empoderamiento de las comunidades al hacerlas partícipes de la definición de los programas e iniciativas".
Del total de contrataciones, el 8% fueron mujeres, cifra que batió el récord de incorporación femenina en puestos tradicionalmente dominados por hombres.
"El impulso a la mujer a través de su reclutamiento para la construcción con entrenamiento previo son muestras de la apropiación de los requisitos de CFI", concluyó Doumbia
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