martes, 21 de junio de 2016

Empresa petroquímica más grande de América no teme la llegada de Trump

México,  (EFE).- La empresa brasileña Braskem, con presencia en 70 países y que el próximo miércoles inaugurará el complejo petroquímico más grande de América en México, señaló este lunes que no teme la llegada del candidato republicano Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
“Pensamos que la lógica de mercado va a prevalecer. No podemos imaginarnos ningún problema de integración entre Estados Unidos y México en el flujo de productos”, aseguró Fernado Musa, presidente de Braskem, que cuenta con más de 8.000 empleados alrededor del mundo.   La principal empresa petroquímica de la región consolida en México su internacionalización definitiva.
“Con 40 fábricas localizadas en Brasil, Estados Unidos, Alemania y ahora en México ampliamos el alcance de nuestras operaciones”, relató Musa, que ve oportunidades en la reforma energética impulsada por el Gobierno mexicano, la situación geográfica del país y las expectativas de crecimiento de su economía.
La planta, que será inaugurada el miércoles en un acto con el presidente Enrique Peña Nieto, está situada a unos 600 kilómetros al este de la capital y producirá más de un millón de toneladas anuales de polietileno de alta y baja densidad que sustituirá la importación mexicana de ese material en un 60%.
“Esperamos que la fortaleza del mercado mexicano y la producción de la planta nos permita también en 3 o 5 años conquistar otros mercados como el de América Central, donde no tenemos presencia”, señaló Roberto Bischoff, vicepresidente de la división latinoamericana de Braskem.
Bischoff es también presidente de Braskem Idesa, empresa formada en alianza con la petroquímica mexicana Idesa para gestionar el complejo situado en el municipio de Nanchital, en el estado mexicano de Veracruz.
La materia prima para que este complejo de última tecnología funcione son 66.000 barriles de gas etano diarios suministrados por la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex), con la que Braskem firmó un contrato de 20 años.   “Intentaremos ampliar en un futuro el contrato con Pemex para buscar oportunidades de crecimiento en Estados Unidos y Centroamérica”, comentó Musa.
Esta obra monumental abarca unas 200.000 hectáreas. Tardó casi cuatro años en edificarse y se emplearon en su construcción unas 28.000 personas. El coloso posee 411.000 toneladas de concreto; 3.800 kilómetros de cable, y una estructura de acero de 31.800 toneladas.
Recientemente, uno de los principales inversores del proyecto junto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM), reconoció el modelo de desarrollo humano, las condiciones de trabajo y los lazos con la comunidad local conseguidos durante la construcción del complejo.
Para hacer realidad la nueva petroquímica fueron necesarios 5.200 millones de dólares, la inversión más grande hecha en México por una empresa privada en los últimos 15 años, según Braskem.
El Nacional