La paralización de las actividades comerciales de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) durante abril y mayo por la crisis sanitaria provocada por el covid-19 debió evidenciar una reducción en el costo de la factura eléctrica, pero sucedió lo contrario.
El planteamiento lo hizo el expresidente de la Confederación Dominicana de la Pequeña y Mediana Empresa (Codopyme), Issachar Burgos, durante su participación en el seminario web “Reactivación de la economía y aportes del sector eléctrico”, organizado por la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE).
“Algunos comerciantes me preguntaron cómo fue que se generó esa factura eléctrica cuando estaban paralizados, si tienen una factura que fue la misma que en marzo, cuando en abril y mayo estuvieron cerrados, pero si estábamos trabajando a menos capacidad, no se explica que se haya consumido la misma energía que en los tres primeros meses de 2020, cuando estábamos en plena actividad económica”, dijo Burgos.
Explicó que el tema eléctrico continúa siendo una de las principales limitaciones de las mipymes, ya que además de una alta tarifa, los apagones obligan a las empresas a comprar una planta eléctrica, la cual cuesta más del 50% de la inversión total de un pequeño negocio como un salón de belleza, que se instala con RD$500,000 y la planta le sale en RD$400,000.
Burgos afirmó que mantener una planta de seis a ocho horas de servicio, golpea el flujo de caja de las mipymes y dificulta su crecimiento.
Dijo sentirse altamente preocupado por el tema de haber frenado la entrada la fase III en la reapertura, ya que el incremento en el número de infectados es alarmante, lo cual afecta de forma directa la reincorporación las micro, pequeñas y medianas empresas en la actividad económica.
“Se necesita que las grandes empresas apoyen a las mipymes
en la compra de bienes y servicios que produce el sector, porque se deben
preservar los empleos, ya que muchos se han perdido y será lenta la
recuperación. El aporte de las grandes empresas ayudará a una recuperación a
corto plazo, pero mucho más efectiva”, afirmó.
Retos y oportunidades
El viceministro de Fomento a las Mipymes del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), Ignacio Méndez, aseguró que la actual crisis que vive el país deja en evidencia que la dependencia del flujo de efectivo y la baja utilización de la tecnología en negocios y personas, son algunas de las debilidades de las mipymes, pero que esa realidad será cambiada en los próximos meses.
“Además, las cadenas de suministro sufren mucho y son muy inflexibles, ya que el que es suplidor de una cadena de restaurantes carece de otras opciones y no sabe cómo redirigir su producción hacia otros canales”, dijo.
Méndez explicó que la flexibilidad y resiliencia de las Mipymes, las nuevas oportunidades de negocios que se presentan y la digitalización y apertura de la economía digital, son algunas de las oportunidades que tienen las micro, pequeñas y medianas empresas.
Aseguró que la nómina, el pago del alquiler y el costo de la factura eléctrica, son las mayores preocupaciones de las mipymes. “Y mientras más pequeñas son las empresas, mayor es la preocupación, porque a este sector es que más le cuestan los apagones”, añadió.
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