La compañía con sede en Irving (Texas), que encadena ya dos trimestres en números rojos, tuvo una facturación de 88.763 millones entre enero y junio, lo que supone un 33 % menos que en ese mismo tramo de 2019, según informó en un comunicado.
En el segundo trimestre, Exxon Mobil registró unas pérdidas de 1.080 millones de dólares frente a los beneficios de 3.130 millones que obtuvo entre abril y junio del ejercicio anterior, propiciadas por una caída del 53 % en las ventas, que se situaron en 32.605 millones.
La producción de petróleo equivalente en ese periodo fue de 3,6 millones de barriles diarios, un 7 % menos respecto al año pasado, mientras que la de gas natural bajó un 12 %, reflejando “las restricciones económicas y gubernamentales»
El principal ejecutivo de la petrolera, Darren Woods, dijo que la pandemia de coronavirus y las condiciones de exceso de oferta a nivel global han provocado bajos precios, márgenes y volúmenes de ventas, que ha intentado contrarrestar reduciendo el gasto a corto plazo y reorganizando el negocio.
El barril de referencia en EE.UU., el Texas West Intermediate (WTI), ha perdido más del 30 % de su valor desde el comienzo del año, lo que ha forzado a las empresas energéticas a recortar su gasto y en algunos casos su dividendo.
Exxon destacó que durante el segundo trimestre ha incrementado la producción del alcohol utilizado en el gel hidroalcohólico y de polipropileno utilizado en mascarillas médicas y batas, como parte de su esfuerzo para proveer una respuesta en la lucha contra la pandemia.
Los resultados, divulgados antes de la apertura de Wall
Street, no fueron bien recibidos por los analistas y las acciones de la
petrolera bajaban más del 2 % en las operaciones electrónicas previas. Desde el
comienzo del año, ha perdido un 40 % de su valor bursátil.
El Día