La semana pasada los precios del gas natural cerraron en su
precio más alto de los últimos 13 años. Muchos estiman que este será el pico de
los precios tras concluir el fin del verano, aunque la realidad es que los
fundamentos del mercado nos dicen lo contrario.
Tradicionalmente los precios del gas natural han sido
influenciados por las condiciones del clima, primordialmente durante el
invierno y el verano. No obstante, la historia ha cambiado, pues en numerosas
ocasiones hemos expresado cómo un mercado local pasó a ser un mercado global,
como es el caso de los EE.UU., donde los precios se han convertido en una
variable dependiente de los precios globales del gas natural licuado (GNL).
En nuestra entrega al inicio de este mismo año bajo el
título “Gas Natural:Entre Rusia y Ucrania”, explicábamos el rol vital que
tendría el GNL de EE. UU. ante una eventual invasión de Rusia a Ucrania, y
hasta el momento todo ha venido siendo así. La exportación de Gas Natural
Líquido de nuestro principal aliado comercial proyecta, de acuerdo a la
Administración de Información de Energía de los
EE.UU. (EIA), un incremento de exportación de[1] 9.76 bcfd en el 2021
(cifra récord) a 12.19 bcfd para el 2022, lo que implica un aumento de
alrededor del 25% en las exportaciones de este commodity .
Este incremento en la exportación, por obvias razones,
refleja el gran compromiso entre los Estados Unidos y Europa a fin de erradicar
la dependencia de la región euro del gas ruso, lo que, por consecuencia, a
medida que observamos la evolución del mercado como suplente del gas natural
ruso, que regularmente distribuye vía oleoductos por toda Europa, notamos una
gran discrepancia entre los precios en Europa y el mercado spot en este lado
del hemisferio.
Para el cierre de los mercados, la semana pasada el gas
natural se situaba en US$ 22 MMBtu en Europa y, aunque este precio suena
descabellado para nuestra región, es una disminución en un 75 % del pico del
precio de este este año para ese mercado. Esto nos indica que de manera gradual
el norteamericano al igual que el de Latinoamérica ya iniciaron una competencia
por la producción de gas natural procedente de EE.UU. con Europa por su
disminución del consumo del ruso. De igual manera los países asiáticos desean
gas estadounidense para poder reducir su dependencia del carbón, que provoca
mayores emisiones de carbono.
Como resultado, los Estados Unidos se ha convertido en el
principal exportador de gas natural del mundo por encima de Qatar, poniendo al
mismo tiempo presión en el abastecimiento para su mercado local. Es importante
señalar que, de acuerdo con el último reporte de energía, EE. UU. se sitúa en
un 20% por debajo de su promedió histórico de almacenamiento, lo que implica
una gran presión para la producción del próximo invierno.
Lo anterior descrito se refleja en los precios actuales,
donde el gas natural cotizó en promedio, entre el 2009-2021, alrededor de los
US$ 3.30 MMBtu; sin embargo, las proyecciones tanto a corto como a largo plazo
indican que duplicará ese promedio. Por el momento, el abastecimiento en el
caso de la República Dominicana no está en juego; incluso las importaciones de
gas natural desde los Estados Unidos han ido en aumento, donde contamos con opciones
que nos protegen en los precios de este tipo de energía, con una cobertura para
el 2022 de alrededor del 60 %, necesitado a fin de cubrir la generación eléctrica
del 2022, y 40 % del 2023.
Ahora bien, creemos que es pertinente, dado el panorama global,
que se debe recurrir una nueva vez a los mercados financieros en busca de
precio de cobertura del restante 40 % y 60 % para el 2022 y 2023
respectivamente para la generación eléctrica de estos dos años.
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