Las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo del
ciclo de vida de los vehículos eléctricos se acercan a las de algunos de sus
competidores con motor de combustión, teniendo en cuenta su producción,
incluidos todos los componentes, y los gases emitidos al suministrar la energía
eléctrica durante su vida útil, según un estudio del programa de evaluación
Green NCAP.
El informe ‘Análisis del Ciclo de Vida (ACV)’, desarrollado
por Joanneum Research y el Instituto Paul Scherrer, ha examinado el impacto
medioambiental real de algunos de los coches más populares de Europa con el fin
de ayudar a los compradores de coches a tomar decisiones más informadas y
sostenibles.
Concretamente, se han calculado las emisiones totales de
gases de efecto invernadero del ciclo de vida y la demanda de energía primaria
de los 61 coches recientes probados en el programa entre 2019 y 2021,
suponiendo una vida útil nominal del vehículo de 16 años y 240.000 kilómetros
recorridos.
No obstante, el coche eléctrico sigue mostrando el mejor
resultado global, especialmente si se añade el beneficio del reciclaje de los
componentes eléctricos.
Los tamaños de los eléctricos
Esta comparación también confirma que el vehículo de
gasolina tiene una ligera desventaja frente al diésel, debido a su mayor
consumo de combustible. Los coches de gas natural comprimido y los híbridos
enchufables ofrecen resultados similares en el ciclo de vida, en torno a las 40
toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalentes.
El estudio de Green NCAP da la misma importancia a la
demanda de energía primaria (PED, por sus siglas en inglés) que a las emisiones
de gases de efecto invernadero. La PED representa la suma de toda la energía
primaria extraída de la naturaleza para proporcionar el transporte, incluyendo
el carbón, el petróleo, el gas natural, la energía hidráulica, la eólica, los residuos,
la solar y la nuclear.
Así, según el informe, el ciclo de vida de un vehículo
eléctrico grande necesita mucha más energía que uno pequeño y un vehículo
eléctrico, en general, puede tener una demanda de energía primaria similar o
incluso superior a la de un coche convencional comparable.
Para todos los vehículos, la mayor demanda de energía
primaria se produce en la fase de uso, por lo que la energía necesaria para
suministrar el portador de energía (electricidad o combustible) y el consumo de
los vehículos debe reducirse al máximo.
Por último, cuanto mayor sea la proporción de energía
renovable en el ‘mix’ eléctrico, más ecológico será el coche eléctrico, y es
aquí donde los resultados por mercados pueden ser diferentes de la media
europea.
Por ejemplo, la elevada proporción de energía renovable
utilizada para producir electricidad en Suecia otorga al coche eléctrico el
mejor rendimiento de la Unión Europea, pero cuando la proporción de energía
fósil en el ‘mix’ eléctrico aumenta, también lo hacen las emisiones del
suministro de la energía.
Aun así, utilizando la combinación media de electricidad
europea, el coche eléctrico tiene una ligera ventaja en cuanto a los gases de
efecto invernadero en comparación con los competidores con diferentes tipos de
tren motriz.
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