La transición energética continúa, y se espera que la
participación de las energías renovables en la generación de energía mundial se
duplique en los próximos 15 años, mientras que se prevé que la demanda total de
combustibles fósiles alcance su punto máximo antes de 2030, según McKinsey.
El informe Global Energy Perspective de este año proyecta un
cambio rápido en el mix energético global, según el escenario. La adopción
mundial de vehículos eléctricos verá un pico de demanda mundial de petróleo en
los próximos tres a cinco años, según proyecta el informe.
Sin embargo, incluso con los compromisos gubernamentales
actuales y las tendencias tecnológicas pronosticadas, se prevé que el
calentamiento global supere los 1,7 °C para 2100, y alcanzar una senda de 1,5
°C es cada vez más difícil, destaca el informe.
Christer Tryggestad, socio senior de McKinsey, dijo: “En los
últimos años, ciertamente hemos visto cómo la transición energética se acelera.
Cada año que publicamos este informe, la demanda máxima de petróleo se ha
acercado. Según nuestros supuestos del escenario medio, la demanda de petróleo
podría incluso alcanzar su punto máximo en los próximos tres a cinco años,
impulsada principalmente por la adopción de vehículos eléctricos”.
“Sin embargo, incluso si todos los países con compromisos de
cero emisiones netas cumplen sus aspiraciones, aún se espera que el
calentamiento global alcance los 1,7 °C. Para mantener el camino de 1,5°C a la
vista, se necesita una aceleración aún más ambiciosa”, añadió Tryggestad.
Un mix más limpio
El informe concluyó que se proyecta que el mix energético
mundial cambie hacia soluciones bajas en carbono, con un papel particularmente
importante para la energía, el hidrógeno y los combustibles sintéticos.
También estimó que se prevé que las energías renovables se
tripliquen para 2050, representando el 50 % de la generación de energía a nivel
mundial ya para 2030 y entre el 80 y el 90 % para 2050.
Mientras tanto, se espera que la demanda de hidrógeno crezca
entre cuatro y seis veces para 2050, impulsada principalmente por el transporte
por carretera, marítimo y aéreo, y se espera que el hidrógeno y los
combustibles sintéticos derivados representen el 10 % del consumo mundial de
energía final para 2050.
El informe encontró que el 61% de la instalación de nueva
capacidad renovable ya tiene un precio más bajo que las alternativas de
combustibles fósiles y que los costos de las baterías también se han reducido
casi a la mitad en los últimos cuatro años.
Para 2050, CCUS podría crecer más de 100 veces desde una
huella casi inexistente en la actualidad, con oportunidades de inversión que
superan los mercados de GNL en la actualidad.
Elperiodicodelaenergia.com