Ecopetrol mira con insistencia el mercado externo para
incrementar las inversiones en exploración. Las protestas, los paros y los
ataques contra la infraestructura que han frenado algunas operaciones en
importantes zonas con potencial petrolero, han llevado a la empresa colombiana a
explorar otros horizontes para no bajar su producción petrolera y evitar una
mayor caída de sus reservas.
La empresa atraviesa una disyuntiva: su producción en
Estados Unidos crece en forma significativa, sus actividades exploratorias en
el mar Caribe marchan sin contratiempo, con perspectivas promisorias de
hallazgos de gas, pero la exploración de nuevos pozos en el territorio nacional
se ha complicado recientemente.
Es preocupante que “Ecopetrol tenga que priorizar sus
actividades en otros países que sí estén dispuestos a recibir y valorar la
inversión y a construir valor agregado en beneficio de sus connacionales”, en
opinión de Julio César Vera, presidente de la Asociación Colombiana de
Ingenieros de Petróleo (Acipet).
Para este año, la empresa tiene previsto realizar
inversiones por US$3.500 millones, aunque esta cifra puede crecer. Mauricio
Cárdenas, ministro de Hacienda, tiene la esperanza de que este monto ayude a
reactivar las obras públicas y sea un factor que impulse la economía, que pasa
por un momento difícil. “Buscamos que Ecopetrol, con sus mayores excedentes de
caja, gracias a mejores precios internacionales, pueda aumentar la inversión.
Ese sería otro elemento importante para la recuperación de la economía”, señaló
el funcionario.
Según un informe de la petrolera colombiana, Ecopetrol
América (subsidiaria de la compañía en EE.UU.) cerró el primer trimestre de
2017 con una producción que creció 192% frente al mismo período del año pasado:
de 3.600 barriles a 10.500 barriles diarios. En el último mes, este indicador
llegó a un promedio de 12.000 barriles por día.
Esto último está relacionado con la entrada en operación del
campo Gunflint, ubicado en la zona de Garden Banks, en el Golfo de México
(Estados Unidos), en el que Ecopetrol está asociado con la compañía Noble
Energy.
Finalizando el año pasado, la petrolera nacional anunció el
descubrimiento del pozo Warrior, ubicado en aguas profundas de Green Canyon. En
este contrato la empresa participa con el 20% y es socia con Anadarko y MCX Exploration.
Este hallazgo es el quinto éxito exploratorio de Ecopetrol América, destaca el
informe. A esto hay que sumarle la perforación que actualmente se hace en el
pozo Warrios 2, que busca delimitar y establecer la volumetría de este
descubrimiento.
La presencia de Ecopetrol en el Golfo de México, una de las
zonas con mejores prospectos del mundo, constituye también una oportunidad para
explorar y producir en conjunto con empresas de primera línea. Este aprendizaje
permite robustecer la presencia de la petrolera en el segmento offshore, tanto
en Colombia, como en otras partes del mundo, y así desarrollar competencias que
se requieren para operar en aguas profundas, dijo un vocero de la compañía
colombiana. La compañía designó recientemente a Carlos Portela como gerente de
su filial en Estados Unidos.
Actualmente, la empresa realiza trabajos en tres campos en
este país: Gunflint, Dalmatian y K2. Y se encuentra analizando descubrimientos
como Rydberg, Warrior y León, con el fin de ponerlos a producir en el mediano
plazo.
“Hoy, tras varios años de haber ingresado a Estados Unidos,
empezamos a recoger los frutos de una excelente gestión. Hemos aumentado en
forma significativa la producción y contamos con un grupo humano altamente
calificado que acumula una larga experiencia en la industria mundial de
hidrocarburos”, señaló Felipe Bayón, vicepresidente ejecutivo de la empresa.
Éxito y problemas. En la medida en que crecen los buenos
resultados en el exterior, en el mercado local la situación está cuesta arriba,
salvo la exploración offshore. La empresa se alista a perforar dos pozos nuevos
en el Meta: Trogón y Lorito. Sin embargo, esta actividad ha sido objeto de
numerosos bloqueos y protestas por algunos representantes de la comunidad y
grupos ambientalistas. Ambas operaciones están ubicadas en el municipio de
Guamal.
El llamado boom de las consultas populares pone en aprietos
las actividades exploratorias de la compañía, por un lado. Por el otro, en
opinión de varios expertos, también representa una tensión creciente entre la
forma como las regiones perciben su desarrollo y la visión económica del
gobierno central y las propias empresas.
Es preocupante que “Ecopetrol tenga que priorizar sus
actividades en otros países que sí estén dispuestos a recibir y valorar la
inversión y a construir valor agregado en beneficio de sus connacionales”, en
opinión de Julio César Vera, presidente de la Asociación Colombiana de
Ingenieros de Petróleo (Acipet).
Ecopetrol es el operador de los dos pozos de Meta y tiene
como socio a la multinacional española Repsol. Ambos hacen parte del bloque
CPO09, en el que la petrolera nacional anunció, desde 2013, el estado de
comercialidad del pozo Akacías 1; en ese momento se registró que el petróleo
debajo de la superficie (aceite original) era de 1.300 millones de barriles.
Los prospectos de la empresa hablan de que en esa zona hay más de 3.000
millones de barriles.
De acuerdo con un vocero de la petrolera nacional, “estamos
buscando compras en el exterior”. Esto puede manifestarse bien sea en campos o
empresas. Y agregó que “tenemos que subir reservas, esa la prioridad. Contamos
con más de $15 billones de pesos en caja”. Para esto, la empresa tiene un
equipo especializado en el interior de la compañía que revisa qué otras
oportunidades hay en el exterior para así poder mantener el crecimiento de la
exploración y producción de este recurso.
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