PEKÍN. China se ha convertido en el primer país capaz de
extraer del fondo marino “hielo combustible”, una materia prima que según sus
científicos puede ser la gran fuente de energía del futuro, aunque otros
advierten sobre sus peligros.
Las autoridades chinas celebraron como un gran hito del
desarrollo tecnológico de ese país esta primera extracción, conseguida
recientemente en plataformas de extracción sobre aguas del Mar de China
Meridional cercanas a Hong Kong, a 1.266 metros de profundidad.
Durante ocho días consecutivos de mediados de mayo se extrajeron
8.350 metros cúbicos diarios de esta posible fuente energética, que según
señaló entonces el ministro de Tierra y Recursos chino, Jiang Daming, “puede
llevarnos a una revolución energética”.
Tras ello, el director de Exploraciones Geológicas del
citado ministerio, Li Jinfa, determinó que China podía tener reservas de hielo
combustible equivalentes a 80.000 toneladas de petróleo, suficientes para
alimentar todas las necesidades energéticas del país durante casi 20 años.
El hielo combustible es una materia que combina moléculas de
agua y gas natural y se encuentra en aguas marinas a gran profundidad y también
en suelos helados como las tundras.
“Es una fuente de energía bastante limpia y se encuentra en
grandes cantidades, si China logra aplicarla nos va a aportar mucho, aunque el
problema es desarrollar la tecnología necesaria”, señaló a Efe el experto Lin
Boqiang, director del Centro para Economía Energética de la Universidad de
Xiamen (sureste).
En todo el mundo, si se perfeccionan las técnicas de
extracción y de obtención de energía -algo que podría tardar entre 10 y 30
años, según las previsiones chinas- podría haber reservas para asegurar mil
años de consumo energético global.
Ello se debe a que existen grandes yacimientos de hielo
combustible en todo el planeta, como la gran bolsa que se extiende por 8.000
kilómetros en el fondo del Océano Pacífico, entre Centroamérica y Hawai.
Descubierto por primera vez en la Unión Soviética en los
años 60, esta fuente de energía tiene el aspecto del hielo que le da nombre,
pero al ser fundido o despresurizado genera agua por un lado y gas natural por
otro.
Es producido por las excreciones de bacterias que viven en
medios tan difíciles para la vida como las profundidades abisales o el
permafrost (suelo permanentemente helado).
Hay diferentes tipos de hielo combustible, pero el que ha
conseguido extraer China es hidrato de metano, uno de los más abundantes.
China y Japón, dos países con alto consumo energético y
pobres en yacimientos de hidrocarburos, han sido las naciones más interesadas
en desarrollar un posible uso comercial de esta fuente de energía, aunque los
chinos, tras 20 años de investigaciones, parecen liderar la carrera.
Sin embargo, existen muchas dudas y temores sobre esta
posible fuente de energía, por los posibles daños medioambientales que su
extracción a gran escala podría entrañar, como ha ocurrido con la reciente
“revolución” energética que abanderó EE.UU. con el uso del “fracking” para la
extracción de petróleo y gas.
El metano es altamente explosivo, por lo que su extracción
entraña grandes riesgos, y una vez obtenido es un gas de efecto invernadero más
potente aún que el dióxido de carbono, por lo que podría contribuir al
calentamiento global que ya atenaza al planeta.
Esto podría paliarse, defiende China, por el hecho de que la
generación de energía mediante la combustión de hidrato de metano produce un 20
por cien menos de emisiones contaminantes que el petróleo y un 40 por cien
menos que el carbón, la materia prima que aún supone dos tercios del consumo
energético nacional.
Tampoco se sabe si el coste de extracción podrá abaratarse
hasta conseguir que sea una fuente de energía rentable, o si al operar en las
grandes bolsas existentes en el fondo marino puede generar efectos adversos en
ese frágil ecosistema, como se denuncia en el caso del “fracking”.
Li Jinfa prometió que China “dará prioridad a la protección
medioambiental” en sus estudios sobre el hielo combustible, pero señaló que las
dudas no harán retroceder las investigaciones: habrá nuevas prospecciones en
otras zonas del país, y se buscarán otros hielos combustibles diferentes al
hidrato de metano.
También se cree que hay grandes reservas de hielo
combustible lejos de la Tierra, en otros planetas y asteroides, lo que podría
estar detrás de los grandes intereses chinos por desarrollar en un futuro no
lejano la minería espacial.
“Hay que explorar primero de manera segura y amigable con el
medio ambiente, es difícil por el momento, y con una tecnología que no esté lo
suficientemente avanzada habrá contaminación”, advirtió Lin Boqiang.
Diario Libre