viernes, 11 de noviembre de 2016

EdeSur les cobra bono luz, pero nunca los ha conectado al sistema eléctrico

SAN JUAN. En la comunidad Pasatiempo Arriba, en la provincia San Juan, el tiempo parece que no pasa. Allí las lámparas humeadoras son todavía parte de los productos de primera necesidad de sus residente, y la electricidad es sólo un amago que lleva más de 12 años por encender su cotidianidad, pero que se detuvo en la parte baja de esta empinada localidad, correspondiente al municipio Juan de Herrera.
En Pasatiempo Arriba son pobres, tanto que el gobierno subsidia a la mayoría de sus habitantes con la tarjeta Solidaridad. De ella, la Empresa Distribuidora de Electricidad del Sur (EdeSur), les descuenta religiosamente el Bono Luz, un cobro que muchos comunitarios califican de estafa, puesto que nunca han tenido ese servicio.
“Hace dos años que EdeSur vino, pusieron los postes (para el tendido eléctrico) y lo dejaron así, no pusieron el alambre, pero entonces, todos los meses vienen y le cobran a uno 350 pesos dizque de luz. Pero, dígame usted si eso no es un abuso”, se queja Leonel Luciano de la Rosa, supervisor de Alcaldía de la localidad, y quien la única luz que recibe se la da el sol.
El comunitario muestra los comprobantes del cobro del Bono Luz que ha guardado por varios meses, mientras, a lo largo del camino de esta pequeña localidad de unas 60 familias se observan los postes que serían para el tendido eléctrico, afirmando las quejas de Leonardo.
Isabel Ferreras recuerda que en diciembre del 2014 les anunciaron que ya pondrían la luz de manera definitiva, por lo que ella hizo una inversión para comprar un televisor y una nevera que ahora se le están dañando por el desuso.
“Nos dejaron con el palo para’o y el hoyo abierto” comenta la señora en tono jocoso, a la vez que lamenta que tampoco le ha funcionado la electricidad que intenta llevar a su casa desde una localidad cercana, Los Santiles, a través de pedazos de alambres.
“Son alambritos finos y el viento los tumba, cuando llega un poquito de luz, no puedo prender (encender) más de un bombillo, y si prendo el televisor, sólo se ve una línea negra”, especifica la señora que tiene en su mesita de comedor la lámpara humeadora para iluminar sus noches.
Los esposos Santo Roa y Gonzalina Mercedes fueron otros que invirtieron unos RD$27,000 en comprar una nevera, confiados en que serían conectados al sistema energético nacional. Tras el desconcierto, y al igual que Ferreras, llevan con alambres dulces un poco de electricidad a su vivienda, pero les llega con poca potencia y sus aparatos tampoco les funcionan mucho.
Se quejan de que, en una ocasión, EdeSur intentó cobrarles unos RD$57,000 por concepto de contrato. “Pero, ¿cuál contrato? Dos años después seguimos sin luz. Eso sí, mes por mes vienen y hay que pasar la tarjeta (Solidaridad). Eso es un despojo lo que hacen con uno”, expresa Roa.
DL intentó conseguir una explicación en la oficina de Progresando con Solidaridad (Prosoli), pero no han respondido aún. Mientras, en la empresa EdeSur se informó que investigarán la situación.
Diario Libre