Houston, EE.UU. Ejecutivos petroleros advirtieron que es demasiado pronto para medir el impacto de las propuestas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en sus negocios, pero están ansiosos por escuchar más sobre sus planes para la regulación energética, el comercio y los impuestos.
Regulaciones ambientales más estrictas durante el Gobierno de su predecesor, Barack Obama, obstaculizaron proyectos de infraestructura energética, como el oleoducto Keystone XL y el Oleoducto de Acceso de Dakota, e hizo que las automotrices y las refinerías gastaran más para reducir los contaminantes.
El ambiente en la conferencia CERAWeek este año ha sido impulsado por mayores precios de la energía tras dos años difíciles para la industria del petróleo y gas. El precio del petróleo cayó en más de un 70 por ciento desde mediados de 2014 hasta comienzos de 2016 por una sobreoferta global.
Trump prometió apuntalar los gastos en infraestructura en Estados Unidos y reducir la regulación, promesas que fueron bien recibidas por líderes empresariales en el evento anual de energía.
"Tenemos a un presidente único hoy", dijo el miércoles el presidente ejecutivo de Continental Resources Inc, Harold Hamm, "único en el sentido de que cumple con sus promesas. Es un buen comienzo", opinó Hamm, un simpatizante de Trump.
Políticas pro-energéticas y reducciones regulatorias anunciadas por el nuevo Gobierno podrían atraer más inversiones a la industria, pero hasta ahora los detalles de los planes de Trump y un posible impuesto fronterizo no están claros.
"La retórica política tiene que traducirse en una política tangible", afirmó Vimal Kapur, presidente de Honeywell Process Solutions, en una entrevista con Reuters.
Las opiniones sobre las políticas del Gobierno de Trump eran mixtas entre funcionarios internacionales de energía, que podrían ver un impacto en sus negocios y sus economías por la renegociación de políticas comerciales.
México, que importa más de 800.000 barriles por día de combustibles desde Estados Unidos y provee de crudo a refinerías estadounidenses, ha tenido una relación complicada con Washingotn, en gran parte debido a una disputa por el plan de Trump de construir un muro fronterizo.
Sin embargo, ejecutivos mexicanos remarcaron la importancia de continuar con la cooperación entre los vecinos.
"Hay intercambios de servicios que contratamos mutuamente. Es de nuestro mejor interés que sigamos construyendo sobre eso, para hacerlo más fuerte", dijo José Antonio González Anaya, presidente ejecutivo de la estatal Pemex.
El deseo de Trump de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) también ha provocado preocupaciones en Canadá, que exporta alrededor de 3,5 millones de barriles por día de crudo a Estados Unidos.
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