viernes, 10 de marzo de 2017

Energía eólica se impone en el mundo global

Bloomberg.-El agua y las centrales eléctricas no se mezclan bien de forma natural, a menos que se añada un poco de viento.
El agua tiende a corroer y causar cortocircuitos. Así que lo que está sucediendo en la industria de las energías renovables, donde los desarrolladores están colocando turbinas eólicas del tamaño de un avión jumbo en los mares tormentosos, es por lo menos un milagro de la ingeniería.
Lo que podría ser aún más milagroso para los escépticos como los que forman parte del gobierno de Donald Trump es que estos megaproyectos de varios miles de millones de dólares tengan cada vez más sentido desde el punto de vista económico, incluso en comparación con las centrales nuevas a carbón y energía nuclear.
“Si se tiene un sitio suficientemente grande con la velocidad del viento correcta, creo que se pueden construir parques eólicos en el mar, al menos al mismo precio que las plantas a carbón de nueva construcción en muchos lugares de todo el mundo incluido Estados Unidos”, dijo Henrik Poulsen, máximo ejecutivo de Dong Energy A/S, empresa eléctrica danesa que ha sido pionera en esta tecnología y se ha convertido en el mayor instalador mundial de molinos de viento en el mar.
En toda Europa, el precio de la construcción de un parque eólico marino ha caído 46 por ciento en los últimos cinco años -22 por ciento el año pasado solamente-.
La instalación de turbinas en el fondo del mar ahora cuesta un promedio de US$126 por cada megavatio-hora de capacidad, según Bloomberg New Energy Finance.
Eso está por debajo del precio de US$155 por megavatio-hora de los nuevos desarrollos nucleares en Europa y se acerca al precio de US$88 de las nuevas centrales a carbón, estima la organización de investigación con sede en Londres.
Mientras que los costos de la energía nuclear se disparan, llevando a una reducción de valor de US$6,3000 millones en el fabricante de reactores Toshiba Corp. y a retrasos en la central de Electricité de France SA en Flamanville, la inversión necesaria para construir capacidad de energía eólica marina está cayendo en picada.
Una subasta federal de derechos de desarrollo de parques eólicos frente a la costa de Long Island celebrada en diciembre generó una guerra de ofertas.
Rhode Island ha encargado una planta, y los desarrolladores también están pensando en trabajar en Maryland, Nueva Jersey y Carolina del Norte.
Aunque Trump dijo que los parques eólicos marinos eran “monstruosos” cuando entraron en conflicto con su campo de golf de Escocia, el objetivo oficial del gobierno de Estados Unidos por ahora es instalar 86 gigavatios de turbinas en el mar para 2050. Eso es seis veces los 14 gigavatios de capacidad instalada ahora en todo el mundo, según el Consejo Mundial de la Energía Eólica.
Los proyectos eólicos marinos que están comenzando a funcionar hoy ya suministran energía a casi la mitad del precio de los terminados en 2012 gracias a turbinas más grandes y una mayor competencia.
Eso hace que los desarrolladores se atrevan a prometer un suministro de energía por un costo todavía menor, lo que indica que la industria batirá más récords este año.
El Dia