lunes, 30 de diciembre de 2019

El 2019: el año en el que se estuvo más cerca de firmar el Pacto Eléctrico


Las diferentes gestiones gubernamentales dominicanas se han acostumbrado a promulgar leyes para luego no cumplirla o hacerlo a medias. Tal es el caso de la Ley 1-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, que ordenaba, entre otras cosas, reformar el sector eléctrico y el fiscal en un plazo determinado.

Pero ocho años después de haber sido promulgada todavía algunos de sus artículos siguen siendo letra muerta, obviados por los últimos tres períodos presidenciales. La legislación suponía cambios importantes, tanto sociales como institucionales.

Sin embargo, la firma de los pactos Eléctrico y Fiscal siguen su camino hacia la nada, pese a que el artículo 35 de la norma establece que en un plazo no mayor de un año se arribaría a un acuerdo para reformar el sector eléctrico y en un período no mayor a tres años, después de la promulgación, se lograría el Fiscal.

A casi ocho años los dominicanos no tienen ni pacto Fiscal ni Eléctrico, lográndose solamente el Educativo, que se rubricó en 2014, después de un año de retraso. En su artículo 1, sobre temporalidad, la Ley establece “la Estrategia Nacional de Desarrollo abarca el período de tiempo que se inicia desde su promulgación (2012) hasta el 31 de diciembre de 2030”, lo que indica que para alcanzar lo propuesto en dicha legislación restan 10 años.

El pasado febrero, el Consejo Económico y Social (CES), órgano responsable de realizar las discusiones sobre las citadas reformas, convocó a la firma del Pacto Eléctrico, pero el mismo fue pospuesto sin fecha conocida desde entonces.

Para el director de Investigaciones del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (Crees), Miguel Collado, la falta de voluntad política es el principal obstáculo por el cual no se han logrado ambos convenios, aunque consideró que no es necesario un acuerdo para mejorar el sector eléctrico.

“Es importante que se sincerice el sector (eléctrico), que se despolitice. Si se quiere hacer no es necesario llegar a un pacto, solo con aplicar la Ley de Electricidad en lo que respecta a las licitaciones, que en un momento se pararon, y la mejora de la administración de las EDE (empresas distribuidoras)”, explicó Collado.

Afirmó que la politización del sector energético ha sido una característica en los últimos años “y, en realidad, lo que hemos visto es la falta de voluntad política para de mejorar las condiciones en ese sector”.

Sobre el acuerdo fiscal, el economista aseguró que el gobierno que dirija el Estado a partir del próximo año le tocará hacer una reforma en las finanzas públicas.

En tanto, Antonio Ciriaco Cruz, vicedecano de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), institución miembro del CES, sostuvo que la no firma del pacto Eléctrico le ha restado “mucho” a la sociedad dominicana, agregando que lo que ha faltado es decisión política por parte del actor más importante: el Estado dominicano.

“Solo entre 2000 y 2018 las transferencias que hizo el Gobierno al sector eléctrico sobrepasan los 15,200 millones de dólares. Yo creo que todo eso se pudo haber evitado, o por lo menos una parte, a partir de la firma del Pacto Eléctrico porque esto iba a traer una disciplina de los actores, iba a establecer una planificación a largo plazo, tanto del sector público como del privado”, explicó Ciriaco.

El artículo 36 de la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 consigna la necesidad de que las fuerzas políticas, económicas y sociales arriben a un pacto fiscal orientado a financiar el desarrollo sostenible y garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo en un plazo no mayor de tres años.

Sobre el Pacto Fiscal, el economista señaló la sociedad y el presidente que gobierne a partir del 2020 tendrá que hacer un gran pacto social donde se reduzca el tamaño del Estado, se revise la calidad del gasto y se siga combatiendo la evasión y elusión fiscal, pero una vez el nuevo gobierno genere un proceso de legitimidad.

“Una de las debilidades que ha ocurrido en ambos pactos es que el Estado ha dejado al sector privado y a los actores que conforman el CES a que lleguen a un acuerdo y cada uno de esos sectores tiene intereses disimiles. El Estado no quiere estar en contradicción con ninguno, entonces al final eso no se aprueba”, declaró.

Diario Libre