lunes, 18 de mayo de 2020

42 instituciones religiosas de 14 países piden una recuperación justa mediante la desinversión de combustibles fósiles


Un grupo muy variado de instituciones religiosas está poniendo en práctica el llamado a una recuperación económica justa. Se trata de 42 instituciones religiosas de 14 países que han anunciado su desinversión de combustibles fósiles. Este es el anuncio más amplio de desinversión de combustibles fósiles por parte de un grupo interreligioso.

 

Incluye instituciones de Argentina, Australia, Bangladesh, Brasil, Colombia, Ecuador, Indonesia, Irlanda, Italia, Kenia, Myanmar, España, Reino Unido y Estados Unidos. A medida que los gobiernos de todo el mundo invierten significativamente en la recuperación económica, las comunidades religiosas les instan a pensar a largo plazo y enfocarse en unarecuperación baja en emisiones y justa.

 

Mark Campanale, fundador y presidente ejecutivo de Carbon Tracker, un think tank independiente que analiza el impacto financiero de una transición energética, ha dicho que «una recuperación económica integral conlleva adoptar una perspectiva a largo plazo, invirtiendo ahora en infraestructuras que servirán a la comunidad en el futuro. Los combustibles fósiles no tienen cabida en la salud de la humanidad a largo plazo. Los gobiernos deben seguir el modelo de liderazgo de las instituciones religiosas para crear un mundo mejor».

 

A principios de este mes, un nuevo informe de Operation Noah mostró que ninguna de las principales compañías petroleras cumple con los objetivos del Acuerdo de París. El ex Arzobispo de Canterbury, Rvdo. Dr. Rowan Williams, ha señalado en respuesta al informe que «la actual crisis sanitaria ha puesto de relieve como nunca antes la necesidad de una acción internacional coherente frente a la amenaza mundial. ¿Podemos aprender la lección y aplicarla a la amenaza mundial del cambio climático?Hacerlo significa tomar medidas prácticas y eficaces para reducir nuestra dependencia letal de los combustibles fósiles».

 

El anuncio proviene de instituciones metodistas, anglicanas, católicas y budistas, entre otras. El grupo incluye a la Confederación Interamericana de Educación Católica, una de las agencias católicas más grandes de América Latina. Oscar Pérez Sáyago, Secretario General, ha explicado que «el presente y futuro de los niños y jóvenes que asisten a nuestras escuelas dependen del compromiso que asumamos hoy por la casa común».

 

Bangladesh alberga el mayor campamento de refugiados del mundo, donde más de medio millón de personas viven cerca del Golfo de Bengala. El Golfo de Bengala es extremadamente vulnerable ante el grave riesgo de tormentas catastróficas que conlleva el cambio climático. Una pandemia viral y una tormenta catastrófica destruirían a una de las comunidades más vulnerables del mundo, lo que ilustra la necesidad de subsanar las deficiencias que han dejado a las economías cerca del punto de quiebre.

 

El padre Endra Wijayanta, director de la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de la Arquidiócesis de Semarang, en Indonesia, ha advertido que «esta pandemia de COVID-19, es el momento justo no sólo para reflexionar, sino para actuar. Tenemos que detener nuestra espiral ecológica de muerte. Hemos de revivir nuestra esperanza ecológica, en un arrepentimiento masivo de la humanidad, adoptando el camino hacia una vida más sostenible».

 

Las comunidades religiosas han encabezado durante mucho tiempo el movimiento mundial de desinversión y han aportado el mayor número de compromisos, con más de 350 de un total mundial de más de 1.400. La presente acción de las instituciones religiosas ejerce presión sobre los gobiernos de todo el mundo para que promulguen políticas que conduzcan a una recuperación integral y resiliente.

 

La participación de los católicos es especialmente destacable, ya que se inicia la Semana Laudato Si’, que conmemora a nivel mundial el quinto aniversario de Laudato Si’, la encíclica del Papa Francisco sobre el cambio climático y la ecología. Tras recibir la invitación del Papa Francisco para participar en la Semana Laudato Si’, los católicos han asumido el proyecto de construir juntos un futuro más justo y sostenible. En el último mes, 21 organizaciones católicas con 40.000 millones de dólares en activos bajo gestión se comprometieron a invertir en empresas que estén alineadas con sus valores firmando el Compromiso Católico de Inversión de Impacto.

 

«Estas instituciones están tomando acciones proféticas para iluminar el camino hacia un futuro más justo y sostenible», ha concluido Tomás Insua, director ejecutivo del Movimiento Católico Mundial por el Clima, «porque cada dólar invertido en combustibles fósiles es un voto de sufrimiento. Ahora más que nunca necesitamos trabajar juntos como comunidad global para proteger a nuestras comunidades y construir juntos una recuperación justa».

 

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