Según los datos del diario alemán FAZ, sacados de dos portales como Verivox y Check 24, dedicados al consumidor, el precio en el mes de abril tuvo una media de 30,23 céntimos de euro por kilovatio hora (kWh).
Se trata del precio más caro, pero es que en lo que va de mayo la tarifa se está encareciendo, sobre todo a la que ser refiere al suministro básico. Es más cara que la que ofrecen las comercializadoras privadas.
El precio medio en lo que va de 2020 se sitúa en los 31,37 cents €/kWh. Ahora en mayo un consumidor con suministro básico y unos 3.500 kWh de consumo anual paga más de 33 céntimos €/kWh mientras que en otro suministrador lo puedes encontrar a algo más de 23 céntimos /kWh.
«El aumento de las tarifas de uso de la red y el aumento del recargo EEG son razones para nuevos precios récord de electricidad. Para reducir sus propios costos de electricidad, los consumidores definitivamente deben tomar medidas ellos mismos y cambiar su proveedor», dice Lasse Schmid, director gerente de energía en CHECK24.
El Gobierno alemán ha aumentado el impuesto que pagan los consumidores alemanes para cubrir las ayudas a las renovables. En este 2020 se ha pasado de 6.41 céntimos por kilovatio hora a 6.76 céntimos por kilovatio hora. Si a ello se le suma un mayor cargo por el uso de la red, se convierte en la tarifa de la electricidad más cara de la historia.
Alemania ya venía siendo el país con la electricidad más cara pagada por los consumidores. La clave está en que sus impuestos y otros gravámenes cubren prácticamente el 50% del precio final que paga el consumidor, algo que no es habitual en otros mercados.
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