Además de las seis muertes causadas hasta ahora por la
"fiebre" de volar chichigua en cuarentena, la práctica está causando
problemas en el tendido eléctrico como cortos circuitos y enredaderas de cables
que afean las calles.
Las más reciente muerte por esa causa fue la de Enmanuel
Concepción, de 20 años, ocurrida en Gualey, el cual se electrocutó al hacer
contacto con un cable de alta tensión.
Un niño de ocho años residente en el sector El Tamarindo,
Santo Domingo Este, identificado solo como Jonathan, murió la madrugada de este
jueves en el hospital Ney Arias Lora. Había sido llevado al lugar con traumas
en la cabeza causados al caer del techo de una vivienda donde volaba una
chichigua.
Otros casos fueron registrados durante el último mes y
medio. Jóvenes, adolescentes y niños se suben a los techos de las viviendas
desde que inicia el toque de queda a volar chichiguas.
Los mayores han hecho de la práctica un combate de quien
tumba más chichiguas, y para ello les colocan en la cola navajas de afeitar
para cortar los hilos de contrarios.
Cuando se produce el "tumbe" de las chichiguas,
estas van a parar a los cables eléctricos donde la brisa los enreda y se quedan
ahí para siempre porque la mayoría son hechas de plástico, y en ocasiones,
causan cortos circuitos.
En diversos sectores se observan enredaderas de hilo, tiras
y los plásticos de las cometas, presentando un panorama de arrabalización y
contaminación visual.
En algunos lugares usan drones para cortar las chichiguas,
pero eso no ha impedido que todas las tardes, hasta entrada la noche, se vuele
en gran parte del país.
El Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) había dicho
que para volar chichiguas había que tener un permiso, pero muchos jóvenes
siguen con su práctica y alegan que es una de las pocas maneras que tienen de
divertirse durante la cuarentena por el coronavirus.
Volar chichiguas es una costumbre desde que inicia la
Cuaresma, pero este año el cielo se ha visto con más debido a la cuarentena.
Algunas personas han hecho negocio vendiéndolas en estos tiempos de cuarentena.
Diario Libre