El colapso petrolero desató un pánico instantáneo en los mercados financieros, pero la decisión de Arabia Saudita de iniciar una guerra de precios aún puede acarrear profundas consecuencias para la adopción mundial de energías más limpias.
“Definitivamente ejercerá una presión a la baja sobre el apetito por una transición energética más limpia”, señaló Fatih Birol, jefe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), refiriéndose a la histórica caída de los precios del crudo.
Los analistas advirtieron que el colapso del precio del petróleo pudiera afectar la demanda de vehículos eléctricos y disminuir el atractivo de las medidas de eficiencia energética porque la agitación — unida a una desaceleración de la economía mundial — ha tenido un efecto disuasorio sobre los planes renovables más ambiciosos.
A diferencia del período de bajos precios del petróleo durante 2014-16, numerosos países, incluidos los de la Unión Europea (UE), han establecido ambiciosos objetivos, los cuales requieren un significativo cambio en el uso de energía, para reducir las emisiones netas a cero durante las próximas décadas.
El Sr. Birol dijo que la situación sería “una buena prueba” de todos los compromisos climáticos que los gobiernos y las compañías habían estado haciendo recientemente. “Los observadores rápidamente se darán cuenta de si el énfasis en la transición por parte de los gobiernos y de las compañías disminuye cuando las condiciones del mercado se vuelven más difíciles”, él comentó.
Es probable que la gasolina barata haga que los vehículos eléctricos sean menos atractivos para los consumidores, al menos a corto plazo. El mercado mundial de vehículos eléctricos ya había sufrido una desaceleración el año pasado debido a una demanda más débil en China y en las Américas. Es una imagen que la propagación del coronavirus pone en riesgo de exacerbar conforme la economía mundial trastrabilla.
“El mercado de vehículos ya se está reduciendo, y ahora se ve afectado por posibles escaseces en la cadena de suministro y por una menor confianza del consumidor”, señaló el grupo de investigación Bloomberg NEF en un informe reciente. “Actualmente anticipamos que las ventas de vehículos eléctricos en China se verán afectadas en 2020. Éstas pudieran caer aún más conforme el impacto total del coronavirus se esclarece”.
Un factor que aumenta la amenaza a la transición energética es que los bajos precios de la energía a menudo reducen los incentivos económicos para conservarla y para encontrar formas de usarla más eficientemente.
“Una energía más barata siempre conduce al uso de energía de una manera menos eficiente”, explicó el Sr. Birol. “Los bajos precios de la energía harán que la economía del ahorro de energía sea menos atractiva debido al petróleo y al gas baratos, y esto definitivamente no será una buena noticia”.
Para el sector eléctrico, el efecto de un petróleo más barato parece ser más variado.
La generación de energía no se ve directamente afectada por los cambios en el precio del petróleo porque el crudo rara vez se usa para la generación de energía. Sin embargo, las políticas gubernamentales que moldearán el futuro de las energías renovables pudieran cambiar debido a la conmoción actual.
Si bien el costo de la energía eólica y solar se ha desplomado durante la última década, el nivel de subsidio gubernamental para ellas también ha disminuido en muchos países. Incluso antes del choque económico del coronavirus, la inversión en energía limpia alcanzó su punto máximo en 2017 y cayó ligeramente en 2018 y durante la primera mitad de 2019.
“Los choques de los precios del petróleo hace unos años llevaron a una presión a la baja sobre la mayoría de las inversiones de las compañías de petróleo y gas”, señaló Helen Mountford, la vicepresidenta para asuntos de clima y de economía del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés). “Creo que actualmente estamos en un mundo diferente, y creo que veremos un resultado diferente”, ella agregó, refiriéndose a los precios más bajos de las energías eólica y solar.
Otro factor que pudiera moldear las perspectivas de la energía limpia es que a las compañías de petróleo y gas les está resultando más difícil financiar las inversiones en energía renovable que habían planeado.
Valentina Kretzschmar, la directora de investigación corporativa de Wood Mackenzie, ha señalado que los bajos precios del petróleo también hacen que sea menos atractivo para los productores realizar grandes inversiones en nuevos proyectos de exploración.
“El argumento de que las compañías de petróleo se perderán oportunidades de inversión rentables en petróleo si invierten en energías renovables ya no es convincente con el precio del petróleo en US$35 por barril”, señaló la Sra. Kretzschmar. El análisis de Wood Mackenzie sugiere que, a los actuales precios del petróleo, más del 85 por ciento de los proyectos de petróleo y gas a nivel mundial producirían un rendimiento de menos del 15 por ciento.
Además, algunos creen que el movimiento hacia una energía más limpia tiene suficiente impulso para evitar cualquier reto planteado por el hecho de que los precios del petróleo estén más bajos.
Aunque los proyectos de energía renovable normalmente generaban rendimientos más bajos que la exploración de petróleo y gas, también ofrecían una estabilidad de precios a largo plazo que pudiera volverse más atractiva en el mercado actual, dijo Mark Lewis, el jefe de investigación de inversión en cambio climático de BNP Paribas Asset Management.
“La opinión de los inversionistas acerca del sector petrolero ya ha estado bajo presión durante los últimos 12 meses”, señaló el Sr. Lewis. “Obviamente es el caso que, si se presenta un choque económico extremadamente severo, entonces las energías renovables y el cambio climático pueden estar en riesgo de nuevamente perder importancia dentro de la agenda política, pero no creo que la pérdida sería tan severa como lo ha sido en el pasado. La economía de las energías renovables ha avanzado demasiado, así que es diferente”, él explicó.
De hecho, algunos analistas han indicado que los bajos precios del petróleo pudieran acelerar un cambio estructural apartándose de los combustibles fósiles al hacer que las compañías energéticas sean menos atractivas para los inversionistas. Los generosos dividendos codiciados por los inversionistas ya estaban comenzando a desaparecer, conforme la compañía Occidental Petroleum recortó sus dividendos el martes.
“Los gobiernos deben concentrarse en las cuestiones cruciales, y en este momento la cuestión crucial es el cambio climático”, dijo el Sr. Birol. “Estos problemas — el coronavirus, las condiciones del mercado — son problemas importantes, pero son temporales. Tal vez en unos meses, tal vez en un poco más, las condiciones del mercado se recuperarán, pero nuestro reto climático todavía estará presente”.
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