Los bonos temáticos son muy similares a sus parientes más
comunes: son instrumentos de deuda tradicional, de perfil crediticio similar,
pero su uso de los ingresos contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS) de las Naciones Unidas, como se demuestra a través de requisitos de
informes adicionales.
Los bonos verdes se utilizan únicamente para objetivos ambientales,
mientras que los bonos sociales se dedican a proyectos destinados a mejorar el
bienestar social, y los bonos de sostenibilidad combinan objetivos sociales y
ambientales.
Aunque a nivel mundial el mercado temático de bonos se está
expandiendo con rapidez, este aún carece de profundidad, ya que las emisiones
representan menos del 1% del mercado global de bonos corporativos. Además, en
América Latina y el Caribe, la emisión de bonos temáticos está a la zaga de los
volúmenes temáticos mundiales, a pesar de ser la región más vulnerable del
mundo al cambio climático. La oportunidad para que el mercado temático de bonos
crezca aún más es tangible, ya que hay más
Atraer la participación de los inversores
Desde la perspectiva del inversionista, la integridad y la
transparencia de la clase de activos son cruciales para la expansión de los
bonos temáticos. Cualquier violación de la integridad ambiental y social podría
tener consecuencias devastadoras para el incipiente mercado de bonos temáticos.
No existe una definición estándar de bonos “verdes”,
“sociales” o “sostenibles” aceptada de manera explícita por todos, aunque
algunos estándares se están utilizando cada vez más. Para el mercado de bonos
verdes, los Principios de los Bonos Verdes de la Asociación Internacional de
Mercados de Capitales (ICMA), o el Estándar de Bonos Climáticos (Climate Bonds
Standard) son los dos marcos más utilizados. Los principios de bonos verdes y
sociales de ICMA han ayudado a estandarizar el mercado, proporcionando un marco
que cubre el uso de los ingresos, el proceso para la evaluación y selección de
proyectos, la gestión de los ingresos y la presentación de informes.
Además de eso, el cumplimiento de los emisores de los principios
de los bonos verdes o las pautas de los bonos sociales es voluntario, y no
existe un mecanismo de aplicación incorporado. Como resultado, los inversores
tienen opciones limitadas si una emisión no logra el objetivo de inversión
temático propuesto. Un tenedor de bonos que incumpla sus propios criterios de
inversión puede verse obligado a vender la inversión con pérdidas y sufrir
daños en su reputación. Este riesgo socava la efectividad de los principios de
ICMA.
No es suficiente etiquetar un bono para que sea “verde” o
“social”. Una función clave de los bancos multilaterales de desarrollo es
respaldar las promesas de impacto social con una fuerte responsabilidad. Puede
parecer que se pide mucho desde la perspectiva de los clientes, pero de este
modo los inversionistas pueden estar seguros del compromiso a largo plazo de un
bono temático que entrega lo que significaba. Es necesario demostrar el impacto
ambiental y social real de las inversiones temáticas para mantener la confianza
de los inversionistas en la clase de activos y es la piedra angular para atraer
la participación de los principales inversionistas.
El rol de los bancos multilaterales de desarrollo
Los bancos multilaterales de desarrollo están trabajando
para dar forma al mercado temático de bonos, alentando la participación del
sector privado y atrayendo inversores institucionales a esta clase de activos.
Un objetivo clave es desarrollar un instrumento robusto desde la perspectiva
del inversor, mejorar la integridad del producto y mitigar el daño potencial a
la reputación.
El Banco Interamericano de Desarrollo lanzó recientemente
una Plataforma de Transparencia de Bonos Verdes (GBTP, por sus siglas en
inglés) para mejorar la eficiencia y estándares de informes más sólidos en el
mercado. Los esfuerzos para llevar una mayor transparencia al mercado de bonos
verdes y sociales de América Latina y el Caribe no se limitan a los estándares
de informes.
Por su parte, como actor principal en las emisiones
temáticas del sector privado, BID Invest trabaja con los emisores para incluir
nuestros requisitos clave como banco de desarrollo multilateral en la
documentación de los bonos, que incluyen el uso de los ingresos para proyectos
verdes, sociales o sostenibles y aquellos que se relacionan con las políticas
de integridad, social, ambiental y de gobierno corporativo. BID Invest puede
requerir ajustes de precios, cláusulas de aceleración o derechos de salida del
financiamiento si no se cumplen sus requisitos.
Recientemente, BID Invest invirtió en el Bono Verde de US$50
millones del Banco Pichincha, que cotiza en la Bolsa de Valores de Quito, el
primero en Ecuador, como parte de la construcción de un producto de bonos más
robusto para ampliar aún más el potencial del mercado de bonos temáticos en la
región.
Al ocuparse de este nuevo mercado de bonos temáticos para
América Latina y el Caribe, BID Invest trabaja para incentivar el cumplimiento
de los emisores con la inversión temática. Esto, a su vez, puede requerir
ajustes de precios, cláusulas de aceleración o derechos de salida de la
financiación si no se cumplen sus requisitos.
A medida que más y más inversores interesados en la
sostenibilidad están interesados en saber hacia dónde van sus inversiones,
BID Invest se asocia con clientes para garantizar que puedan atraer a los
inversores adecuados a la región y contribuir a los Objetivos de Desarrollo
Sostenible de la ONU.
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