El petróleo entra en crisis. ¿Crash? Puede ser. Pero en este
caso no es un problema de oferta y demanda, sino de guerra de precios entre los
productores. Tras romperse el acuerdo entre la OPEP y Rusia por reducir la
producción de crudo para hacer frente a la crisis del coronovirus, Arabia Saudí
ha decidido romper la baraja y tirar por su camino ofreciendo precios bajísimos
por su petróleo.
Esto ha hecho que las primeras negociaciones del petróleo en
los mercados hayan traído fortísimas caídas tanto para el precio del barril de
Brent, el crudo que se negocia en Europa, y el West Texas, de referencia en
EEUU. Estas caídas fueron de un 30% en las primeras negociaciones llevando el
precio del petróleo a cerca de los 30 dólares por barril.
En concreto, ahora el Brent cotiza en los 35 dólares por
barril mientras que el WTI se sitúa por encima de los 32 dólares. Cabe recordar
que en este mes de enero, el Brent cotizaba en los 67 dólares por barril. Es
decir, que su valor ha caído a la mitad en pocas semanas.
La de este domingo-lunes es la mayor caída del precio del
crudo desde 1991, cuando EEUU atacó Iraq en la Guerra del Golfo. A esta caída
hay que sumar la que sufrió el viernes que rondó el 10%.
Arabia Saudí ha decidido entrar en guerra de precios con
Rusia. Tras no querer la Administración Putin recortar la producción de
petróleo para hacer frente a la crisis del coronavirus, Arabia Saudita ha
lanzado un órdago al resto de productores. Aumentará la producción de sus
campos petrolíferos y encima ha asgurado que bajará considerablemente el precio
de todo ese crudo.
El objetivo es entrar en una guerra de precios con Rusia,
aunque para eso se lleve por delante a varios de sus aliados de la OPEP. Arabia
Saudí puede producir crudo a un coste de unos 8-10 dólares por barril, pero
muchos de sus socios en el cártel no pueden hacerlo, al igual que tampoco los
rusos.
Esta guerra de precios recuerda a la que sucedió en 1986.
Todavía no se ha llegado a los niveles de ese crash que alcanzó los 12 dólares
por barril, pero una caída de esta índole pone a todos los productores sobre
aviso. Arabia no está por la labor de dejarse comer el terreno por Rusia.
Y todo esto, con EEUU de invitado. Aliado histórico de
Arabia, ve ahora como los márgenes se caen a plomo. Esta guerra solo acaba de
empezar. A ver cómo acaba.
elperiodicodelaenergia.com