El ingeniero Bernardo Castellanos afirmó que entre el 2009-2019, el total de ingresos recibidos por las Distribuidoras de Electricidad (EDE) fue de un poco más de US$16,000 millones de dólares, mientras que los gastos, ascendieron a cerca de US$26,000 millones, lo que arroja un flujo de caja negativo, para el referido periodos de US$9.600 millones, que ha tenido que ser cubierto con subsidios estatales.
Explicó que el promedio anual del déficit en flujo de caja de las distribuidoras, en el periodo 2009-2019, se situó alrededor de US$870 millones, siendo el 2019 el año que registra el mayor déficit en flujo de caja, situándose el mismo alrededor de unos US$1,178 millones, cuando el precio promedio del barril del Fuel Oil 6 o Bunker C, que se utiliza para generar electricidad, se situó en alrededor de unos US$54, siendo el margen de intermediación promedio anual de las distribuidoras en el 2019 alrededor de unos 2.57 centavos de dólar por kilovatio-hora.
El menor déficit
en flujo de caja, de acuerdo a Castellanos, que se registró en el 2009,
alcanzando la cifra de unos US$507 millones, cuando el precio promedio del
barril del Fuel Oil 6 o Bunker C, se situó en alrededor de unos 56 dólares,
siendo el Valor Agregado de Distribución promedio anual, unos 5.52 centavos de
dólar por kilovatio-hora y la energía total comprada a los generadores por
parte de las distribuidoras en el 2009, unos diez mil millones de kilovatios
hora.
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