UNEF ha celebrado hoy su tercer diálogo virtual abierto ¿Ha
llegado la hora de reformar el mercado eléctrico marginalista?, retransmitido
en directo desde el canal de YouTube, dentro de la iniciativa
#DialogosSolaresDesdeCasa.
En este diálogo ¿Ha llegado la hora de reformar el mercado
eléctrico marginalista?, moderado por Concha Raso, Redactora de El Economista
Energía, han participado Arancha Martínez, presidenta de UNEF; David Robinson,
consultor en microeconomía e investigador del Oxford Institute for Energy
Studies; y Natalia Fabra, Catedrática de fundamentos de análisis económico de
la Universidad Carlos III de Madrid.
Los expertos han coincidido en destacar la inadecuación del
actual diseño del mercado mayorista de electricidad, especialmente su carácter
marginal, y su señal de precios volátil e incierta, porque estas
características hacen que éste no sea un asignador eficiente de precio para las
tecnologías renovables que no tienen costes variables, pero sí altos costes de
capital. La reforma del mercado eléctrico se ha calificado como indispensable
para llevar a cabo las inversiones necesarias para cumplir con los objetivos de
descarbonización.
Asimismo, han señalado la importancia de que el mercado dé
las señales de precio adecuadas a los inversores, asegurando también que los
menores costes de las tecnologías renovables se transmitan a los consumidores.
Además, el nuevo sistema tiene que tener en cuenta las características de las
energías renovables y la descentralización de la producción asociada al
desarrollo del autoconsumo.
Por su parte, David Robinson, consultor en microeconomía e
investigador del Oxford Institute for Energy Studies, ha señalado que “el mercado
eléctrico actual está roto. No da señales eficientes para inversión, operación,
consumo u optimización. Se puede intentar solucionar problemas, por ejemplo,
añadiendo nuevos mecanismos, como un mercado de capacidad. Pero estos cambios
no resuelven el problema fundamental: el mercado actual estaba diseñado para
tecnologías y condiciones económicas del siglo pasado. Para un futuro sistema
eléctrico descarbonizado y descentralizado, hacen falta cambios más
fundamentales. Propongo un enfoque de dos mercados: uno para energías firmes y
flexibles (convencionales), que determinen un precio marginal, y otro para
energías intermitentes (renovables) que refleje el precio de la energía a largo
plazo. Daría a los consumidores un protagonismo que nunca antes han tenido;
esto cambiaría todo”.
Además, Natalia Fabra, catedrática de fundamentos de
análisis económico de la Universidad Carlos III de Madrid, ha indicado que
“eliminar el mercado eléctrico sería volver a la verticalización del suministro
eléctrico, que tan ineficiente se demostró durante los años ochenta, y que ya
fue, por ese motivo, abandonada en todo el mundo con las reformas que se
pusieron en marcha durante los noventa. La solución pasa por apostar por
subastas entre el sistema eléctrico – en representación de todos los
consumidores – y los inversores, para de este modo establecer retribuciones
competitivas que reflejen los costes medios de cada tecnología, al tiempo que
aportan certidumbre a las empresas sobre la recuperación de sus costes. Una
reforma en esta dirección es condición necesaria para la transición
energética”.
El almacenamiento, elemento fundamental para la transición
energética
Los expertos han coincidido en señalar el papel fundamental
que desempeña el almacenamiento en la transición hacia un mix renovable, porque
aporta flexibilidad y asegura el suministro.
El próximo diálogo de la serie #DiálogosSolaresDesdeCasa se
celebrará el martes, 21 de abril, a las 12:00 horas, sobre la necesidad de
celebrar nuevas subastas de energías renovables para asegurar el cumplimiento
de los objetivos de introducción de renovables en el mix energético.
Elperiodicodelaenergia.com