SANTO DOMINGO.-El desarrollo de América Latina y el Caribe
se ve fuertemente afectado por la falta de inversión en infraestructura, cuyo
costo aumenta con el tiempo, según un nuevo informe del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID).
El mismo analiza los sectores de electricidad, transporte,
telecomunicaciones, agua y saneamiento en seis países representativos de la
realidad que atraviesa la región: Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica,
Jamaica y Perú.
En promedio, se calcula que el costo de no añadir capital
nuevo al “stock” existente en los países de América Latina y el Caribe
seleccionados, equivale alrededor de un punto porcentual de pérdida de
crecimiento del PIB.
Dicho costo se eleva a 15 puntos porcentuales de crecimiento
no alcanzado en caso de que la brecha persista por más de 10 años.
Esto equivale a cerca de US$900,000 millones tomando como
referencia los niveles actuales del PIB de la región en su totalidad.
Se calcula que la brecha de inversión en infraestructura de
la región es aproximadamente el 2,5% del PIB, es decir, unos US$150,000
millones anuales.
América Latina y el Caribe no solamente registran un retraso
en los montos de inversión, sino también en su calidad, según el Informe
Macroeconómico Anual del Grupo BID, que este año se centró en las inversiones
en infraestructura.
“Los impactos varían entre países, dependiendo de sus
estructuras económicas”, dijo Andrew Powell, asesor Económico Principal del BID
y uno de los editores del informe.
“Nuestro análisis muestra cuán necesario es realizar más y
mejores inversiones en infraestructura, abordando retos que abarcan desde una
más adecuada identificación de los proyectos hasta restricciones en el
financiamiento”, agregó el experto.
La falta de una mayor inversión en infraestructura perjudica
especialmente a los sectores más pobres, probablemente porque dedican una mayor
parte de sus ingresos a estos servicios.
El informe encontró que las familias que se encuentran entre
el 40 por ciento inferior de la distribución de ingresos perderán 11 puntos
porcentuales de ingresos reales a lo largo de 10 años.
El informe también observa el modo en que las inversiones en
infraestructura impactan sobre la productividad laboral en los diferentes
sectores económicos.
Se estima que un shock positivo de crecimiento de solamente
US$13,000 millones en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México, proveniente
de inversiones en infraestructuras bien seleccionadas, podría impulsar el
crecimiento de la región en 0,5 por ciento anual durante cada uno de los
siguientes tres años.
1.7 Por ciento.
Es el promedio que el BID estima podría limitarse el
crecimiento del PIB en la región en los años 2019-2021.
El Día