El equipo de investigación australiano que desarrolló el
dispositivo dijo que la mayor eficiencia se logró a través de un diseño de
nanocables que elimina la interfaz dentro de la banda de dióxido de titanio.
Científicos de la Universidad Tecnológica de Queensland,
Australia, han desarrollado una célula solar de punto cuántico, de dióxido de
titanio (TiO2) que, según ellos, ofrece una mayor eficiencia a un precio más
barato que las células de silicio cristalino tradicionales, además de ser más
respetuosa con el medio ambiente.
Los investigadores afirman que la célula tiene una
eficiencia del 24%, más del doble del 8-11% de rendimiento a nivel de
laboratorio observado en los dispositivos de punto cuántico de TiO2 estándar.
Algunos fotones quedan atrapados en la interfaz entre los
nanocristales en las típicas células de puntos cuánticos de TiO2, pero el
equipo de Queensland afirma haber eliminado las interfaces problemáticas.
“Nuestro diseño de nanocables elimina la interfaz dentro de
la banda de TiO2, ya que es solo una única capa de TiO2 recubierta de puntos
cuánticos”, dijo el coordinador de investigación Ziqi Sun. “Si podemos eliminar
esta interfaz desordenada, podemos mejorar la eficiencia”.
La producción comercial
El cristal de nanoalambre utilizado para la célula fue
ensamblado en China con un avanzado microscopio electrónico de transmisión. El
grupo de investigación dijo que su concepto de célula podría ser ampliado para
llevar la tecnología a la producción en masa.
La mayoría de las células solares sensibles a los tintes
-Grätzel- se basan en una fina película de dióxido de titanio, un material
inorgánico barato e inocuo, insoluble en agua, que está disponible
comercialmente y se utiliza ampliamente en aplicaciones industriales.
La baja eficiencia ha seguido siendo el principal obstáculo
que impide que esos materiales compitan con las células de silicio cristalino
hasta la fecha.
El titanio también se ha utilizado recientemente para
aumentar la eficiencia de las células de perovskita. Proyectos de investigación
de esa naturaleza han sido llevados a cabo por la Universidad Kanazawa del
Japón y por científicos de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de
Rusia y de la Universidad Tor Vergata de Roma.
PV Magazine