El mayor inversor del mundo en combustibles fósiles dice que
la Tierra está en una trayectoria insostenible y ha advertido a sus clientes
que la crisis climática amenaza la supervivencia de la humanidad, según un
documento filtrado y publicado en The Guardian.
El informe de JP Morgan habla de los riesgos económicos del
calentamiento global causado por el hombre y advierte que la política climática
tiene que cambiar o el mundo se enfrentará a consecuencias irreversibles.
Incluso condena implícitamente la propia estrategia de
inversión del banco estadounidense y destaca la creciente preocupación entre
las principales instituciones de Wall Street sobre los riesgos financieros y de
reputación de la inversión continua en las industrias intensivas en carbono,
como el petróleo y el gas.
JP Morgan ha destinado 75.000 millones de dólares (unos
70.000 millones de euros ) en financiar compañías cuya estrategia de inversión
es ampliar el negocio en sectores como el fracking y la explotación de petróleo
y gas del Ártico desde el acuerdo de París, según un análisis publicado hace un
año.
El estudio que acaba de filtrarse a The Guardian lo
consiguió Rupert Read, un representante de Extinction Rebellion y profesor de filosofía en la Universidad de
East Anglia (Reino Unido), y tiene nombre y apellido: la investigación la
realizaron los economistas de JP Morgan David Mackie y Jessica Murray, quienes
corroboran que la crisis climática afectará a la economía mundial, la salud
humana, el estrés hídrico, la migración y la supervivencia de otras especies en
la Tierra.
El documento obtenido por Read se fechó el 13 de enero y
lleva la firma de Gabriel de Kock, director ejecutivo de JP Morgan.
«No podemos descartar resultados catastróficos donde la vida
humana tal como la conocemos está amenazada», señala el documento con fecha 14
de enero de 2020.
Basándose en una extensa literatura académica y pronósticos
del Fondo Monetario Internacional y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio
Climático (IPCC) de la ONU, el documento señala que el calentamiento global
está en camino de alcanzar los 3,5°C por encima de los niveles preindustriales
para fines de siglo. Dice que la mayoría de las estimaciones de los posibles
costes económicos y de salud se quedan muy cortos porque no tienen en cuenta la
pérdida de riqueza, la tasa de descuento y la posibilidad de un aumento de los
desastres naturales.
Además, los autores también advierten que los gobiernos de
todo el mundo deben cambiar de dirección porque una política climática como la
que hay hasta ahora «probablemente empujará a la Tierra a un lugar que no hemos
visto en muchos millones de años», con resultados que podrían ser imposibles de
revertir.
“Aunque las predicciones precisas no son posibles, está
claro que la Tierra está en una trayectoria insostenible. Algo tendrá que
cambiar en algún momento si la raza humana quiere sobrevivir «.
El banco de inversión dice que el cambio climático «refleja
un fallo del mercado global: productores y consumidores de emisiones de CO2 no
pagan por el daño climático que ocasionan». Para revertirlo, destaca la
necesidad de un impuesto global al carbono pero advierte que «no va a suceder
pronto» debido a las preocupaciones sobre el empleo y la competitividad.
Los autores dicen que «es probable que la situación
[climática] continúe deteriorándose, posiblemente más que en cualquiera de los
escenarios del IPCC».
Sin nombrar a ninguna organización, los autores también
destacan que se están produciendo cambios a nivel micro, que implican cambios
en el comportamiento de individuos, empresas e inversores, pero es poco
probable que esto sea suficiente sin la participación de las autoridades
fiscales y financieras.
Instituciones financieras que invierten en fósiles
El año pasado, un estudio de Rainforest Action Network, una
organización ambiental con sede en EEUU, descubrió que JP Morgan estaba entre
las 33 instituciones financieras que más poderosas del mundo que habían
financiado con un total estimado de 1,9 billones de dólares (1,75 billones de
euros) al sector de combustibles fósiles entre 2016 y 2018.
Por encones, un portavoz de JP Morgan le dijo a la BBC que
el equipo de investigación era «totalmente independiente de la compañía en su
conjunto, y que por tanto, no iba a hacer ningún comentario al respecto».
La presión de las manifestaciones estudiantiles, los
ecologistas y los activistas antisistema han llevado a varias instituciones
importantes a afirmar que el clima será más prioritario que antes. El modelo de
negocio de las compañías de combustibles fósiles también se está debilitando a
medida que la energía eólica y solar se vuelven más competitivas. A principios
de este mes, el influyente banco comercial Goldman Sachs rebajó la calificación
de ExxonMobil de una posición «neutral» a una posición de «venta». En enero,
BlackRock, el mayor fondo de activos del mundo, anunció que reduciría su
exposición a los combustibles fósiles antes de una «reasignación significativa
de capital».
Los grupos ecologistas siguen siendo cautelosos porque se
siguen invirtiendo grandes sumas en empresas petroquímicas, pero algunos
analistas financieros afirman que la marea está cambiando. El experto en
finanzas de la CNBC Jim Cramer sorprendió a muchos economistas cuando declaró
que «se terminan los combustibles fósiles. Ya terminaron. Acaban de terminar».
Más aún. Describió cómo una nueva generación de fondos de
pensiones estaba retirando el apoyo a los fósiles, y por tanto, las empresas de
petróleo y gas estaban en la fase de muerte. “El mundo se ha vuelto contra
ellos. En realidad está sucediendo un poco más rápido de lo esperado. Estamos
viendo la desinversión de muchos fondos diferentes. Será un desfile que dirá:
‘Mira, estos son como los del tabaco. Y no los queremos tener'» para después
concluir «estamos en un mundo nuevo».
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