Hay varias claves que definen una ciudad inteligente o Smart
City pero no es solo cuestión de apostar por la tecnología o la inteligencia
artificial, debe traer consigo importantes impactos sociales, económicos y
competitivos. Además, dependerá del nivel de desarrollo, los recursos y las
aspiraciones de sus residentes.
Por eso, un nuevo estudio de International Data Corporation
(IDC), Worldwide Smart Cities Spending Guide, ha calculado que el coste mundial
de las iniciativas para desarrollar ciudades inteligentes ascenderá a un total
de más de 114.000 millones este año, un aumento del 18,9% con respecto a 2019.
El top-100 de las ciudades que más invirtieron en
iniciativas inteligentes en 2019 representaron alrededor del 29% del gasto
mundial, y aunque el crecimiento se mantendrá entre estas ciudades a corto
plazo, el informe señala que el mercado está bastante disperso entre ciudades
más pequeñas que invierten en proyectos relativamente pequeños.
Las redes inteligentes atraen la mayor parte de las
inversiones
En 2019, los casos de uso relacionados con la energía y la
infraestructura representaron más de un tercio de las inversiones, y ambas
supeditadas a las redes inteligentes. La seguridad pública basada en datos y el
transporte inteligente representaron alrededor del 18% y el 14% del gasto
total, respectivamente.
Observando los casos de inversiones mayores, las redes
inteligentes en electricidad y gas, y combinadas, todavía atraen la mayor parte
de las inversiones, aunque su importancia relativa disminuirá con el tiempo a
medida que el mercado madure y otros casos de uso se generalicen.
La vigilancia visual fija, el transporte público avanzado,
la gestión inteligente del tráfico y el seguimiento de ‘back office’ conectado
son las áreas que tienen mayor proyección de crecimiento. A día de hoy, sumando
todos ellos representan más de la mitad de las inversiones.
El informe también señala que otro de los nichos de negocio
que verán cómo crecen a mayor velocidad las inversiones en los próximos cinco
años son la conectividad del vehículo a todo (V2X), el gemelo digital y los
dispositivos portátiles de todo tipo.
Singapur seguirá siendo el principal inversor en iniciativas
de ciudades inteligentes. Tokio será la segunda ciudad que más gaste en
inteligencia artificial en 2020, impulsada por el desarrollo de los Juegos
Olímpicos de Verano, seguido por la ciudad de Nueva York y, en cuarta posición,
Londres. Cada una de estas cuatro ciudades tendrá un gasto en ciudades
inteligentes de casi 1.000 millones de euros a lo largo de este 2020.
A nivel regional, Estados Unidos, Europa occidental y China
representarán más del 70% del gasto mundial en ciudades inteligentes mientras
que América Latina y Japón experimentarán el crecimiento más rápido en nuevas
inversiones para empezar a andar en muchas ciudades.
«Los gobiernos regionales y municipales están trabajando
arduamente para mantener el ritmo de los avances tecnológicos y aprovechar las
nuevas oportunidades en el contexto de la gestión de riesgos, las expectativas
públicas y las necesidades de financiación para escalar iniciativas», ha dicho
Ruthbea Yesner, vicepresidenta de IDC Government Insights and Smart Cities and
Communities, “se están concienciando que es necesario incorporar el coste de
implantar mecanismos inteligentes en los presupuestos, o buscar financiación a
través de medios más tradicionales. Tanto una como otra opción, sirven para
aumentar las inversiones en este sector».
«La nueva Guía de IDC desvela que hay una mayor expansión en
ecosistemas inteligentes como los puertos marítimos inteligentes , los estadios
de fútbol o los campus inteligentes», ha señalado por su parte Serena Da Rold,
gerente de programa en el grupo de Análisis e Información al Cliente de IDC,
«la Guía también proporciona las partidas presupuestarias que van a destinar
más de 200 ciudades. Eso ha permitido reconocer que algo menos de 80 ciudades
en el mundo están invirtiendo casi 100 millones de euros al año para ser más
inteligentes. Al mismo tiempo, alrededor del 70% de las inversiones se
encuentra en ciudades que invierten 1 millón o menos anualmente»
Por eso, concluye el informe, hay una gran oportunidad para
que las empresas tecnológicas ofrezcan soluciones para las ciudades
inteligentes y que puedan aprovechar la experiencia obtenida de proyectos más
grandes para ofrecer iniciativas inteligentes asequibles para ciudades pequeñas
y medianas.
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