PUNTO FIJO, Venezuela/HOUSTON, EEUU (Reuters) - Venezuela
está aumentando la presión sobre proveedores de combustible para que entreguen
sus cargamentos a la petrolera estatal, incluso si no se han resuelto problemas
con los pagos en medio de las sanciones de Estados Unidos, mientras los clientes
europeos han pausado sus compras.
Vista general de la refinería Cardon que pertenece a la
petrolera estatal venezolana PDVSA en Punto Fijo, Venezuela, Fotografía tomada
el 22 de julio de 2016. REUTERS/Carlos Jasso
Los inventarios de combustible de Venezuela han ido
disminuyendo esta semana debido a que las refinerías locales producen poco y
PDVSA enfrenta complicaciones relacionadas a las nuevas sanciones de Estados
Unidos que buscan obligar al presidente Nicolás Maduro a que deje el poder.
El jueves, la policía de inteligencia y la Guardia Nacional
de Venezuela amenazaron con abordar un tanquero atracado en el puerto de
Cardón, en la costa occidental de Venezuela, para presionar a la tripulación a
descargar diésel vendido por el refinador estadounidense Citgo Petroleum y que
aún no había sido pagado, dijeron cuatro fuentes.
La tensión se disipó después de que PDVSA dijo a la
tripulación que buscaría una orden judicial conseguir la descarga de los
suministros, pero subraya el creciente nerviosismo por las necesidades de
combustible en el país.
Según algunas estimaciones, Venezuela tiene menos de dos
semanas de inventarios de gasolina y diésel, en momentos en que ya se están
formando filas en las estaciones de combustible del país.
Estados Unidos y la mayoría de los gobiernos de América
Latina han reconocido al líder opositor Juan Guaidó como el legítimo jefe de
Estado.
El Parlamento Europeo también respaldó el jueves a Guaidó y
acordó liderar un grupo de crisis internacional para buscar la realización de
nuevas elecciones, amenazando con nuevas sanciones económicas.
Eso podría frenar el flujo del petróleo venezolano a Europa,
sumándose a los suministros que esperan frente a los puertos de PDVSA, un total
de más de dos decenas de tanqueros que almacenan casi 18 millones de barriles
de crudo. Las sanciones estadounidenses impiden que el gobierno de Maduro
reciba dinero de las ventas.
Los cargamentos varados incluyen embarcaciones que debían
transportar el crudo a clientes en Estados Unidos como Citgo, Valero Energy,
Chevron Corp y PBF Energy. Las refinerías en Estados Unidos han comenzado a
reducir su procesamiento y Valero dijo el jueves que debió detener las compras
de petróleo venezolano.
PDVSA dijo previamente esta semana que no se permitirá que
los tanqueros zarpen si los cargamentos no han sido pagados por adelantado.
Pero la compañía y sus clientes aún no han encontrado una manera de asegurar
esos pagos sin violar las sanciones.
PDVSA no respondió de inmediato a una solicitud de
comentarios.
El buque petrolero que transportaba diésel llegó a aguas
venezolanas el 25 de enero, antes de que se emitieran las sanciones, y terminó
de descargar una primera partida de diésel en el muelle de la refinería de
Puerto la Cruz a principios de esta semana, según datos de Refinitiv Eikon.
Pero cuando comenzó a descargar una segunda partida en
Cardón, el proceso se suspendió, según las fuentes. El buque Mambo se cargó
originalmente con 300.000 barriles de diesel comprados por Citgo a un proveedor
estadounidense, agregaron.